Encontrados 52 resultados para: huyeron

  • El valle de Sidín estaba lleno de pozos de betún. Los reyes de Sodoma y Gomorra se dieron a la fuga y cayeron allí muchos, y los que pudieron salvarse huyeron a los montes. (Génesis 14, 10)

  • Al oír sus gritos, todos los israelitas que se encontraban en los alrededores huyeron, pues decían: "No sea que la tierra nos trague también a nosotros". (Números 16, 34)

  • Mientras los trescientos tocaban las trompetas, el Señor hizo que cada uno volviese la espada contra su compañero. Todos huyeron hasta Bet Hassitá, hacia Serera, hasta la ribera de Abel Mejolá, frente por frente de Tabat. (Jueces 7, 22)

  • Zébaj y Salmuná huyeron; pero Gedeón los persiguió, e hizo prisioneros a los dos reyes de Madián, Zébaj y Salmuná, y derrotó a todo su ejército. (Jueces 8, 12)

  • huyeron por el camino del desierto, pero los que venían de la ciudad los alcanzaron y los mataron; (Jueces 20, 42)

  • Los otros volvieron la espalda y huyeron al desierto, hacia la roca de Rimón. Los israelitas mataron a cinco mil hombres por las subidas; después los persiguieron hasta Guidón y mataron a dos mil hombres. (Jueces 20, 45)

  • Los filisteos se lanzaron al ataque y derrotaron a los israelitas, que huyeron a la desbandada. Fue una gran derrota. Cayeron treinta mil hombres de la infantería israelita, (I Samuel 4, 10)

  • David los atacó desde la mañana hasta la tarde y los mató a todos, menos a cuatrocientos jóvenes que montaron en los camellos y huyeron. (I Samuel 30, 17)

  • Los filisteos libraron batalla con Israel, y los israelitas huyeron ante los filisteos y cayeron muertos en gran número en el monte Gelboé. (I Samuel 31, 1)

  • Joab con su ejército se lanzó al ataque contra los sirios y éstos huyeron ante él. (II Samuel 10, 13)

  • Pero los sirios huyeron ante Israel, y David les mató setecientos caballos de tiro y cuarenta mil hombres; hirió también a Sobac, jefe del ejército, que murió allí mismo. (II Samuel 10, 18)

  • Los servidores de Absalón hicieron con Amnón lo que Absalón les había ordenado. Entonces todos los hijos del rey montaron cada uno en su mulo y huyeron. (II Samuel 13, 29)


“Reflita no que escreve, pois o Senhor vai lhe pedir contas disso.” São Padre Pio de Pietrelcina