Encontrados 42 resultados para: hiciste

  • Yo soy el Dios de Betel, en donde tú ungiste aquella estela y donde hiciste la promesa. Ahora levántate, sal de esta tierra y vuelve a tu patria". (Génesis 31, 13)

  • El Señor me dijo: No lo temas, pues yo lo he puesto en tus manos a él, a su pueblo y a su país. Haz con él lo que hiciste con Sijón, rey de los amorreos, que habitaba en Jesbón. (Deuteronomio 3, 2)

  • De mis enemigos me hiciste ver la espalda y exterminé a los que me odiaban. (II Samuel 22, 41)

  • Tú me hiciste escapar de las sediciones de los pueblos, a la cabeza de las naciones me pusiste. Un pueblo que yo no conocía ahora me sirve; (II Samuel 22, 44)

  • Y añadió: "Bien sabes todo el mal que hiciste a David, mi padre; tu corazón lo reconoce; el Señor haga recaer tu maldad sobre tu cabeza. (I Reyes 2, 44)

  • Tú has cumplido la promesa que hiciste a tu siervo David, mi padre; tus manos han realizado lo que tus labios habían prometido, como hoy se ve. (I Reyes 8, 24)

  • Así, pues, Dios de Israel, que se cumpla la promesa que hiciste a tu siervo David, mi padre. (I Reyes 8, 26)

  • Luego mandó decir a Jirán, rey de Tiro: "Haz conmigo lo que hiciste con David, mi padre, enviándole madera de cedro para construir la casa de su residencia. (II Crónicas 2, 2)

  • Tú has cumplido la promesa que hiciste a tu siervo David, mi padre; tus manos han realizado lo que tus labios habían prometido. (II Crónicas 6, 15)

  • Así pues, Dios de Israel, que se cumpla la promesa que hiciste a tu siervo David. (II Crónicas 6, 17)

  • Señor Dios, no apartes tu mirada de tu ungido. Recuerda los favores que hiciste a tu siervo David". (II Crónicas 6, 42)

  • Mira ahora a los hijos de Amón, a los de Moab y a los de los montes de Seír, cuyas tierras no permitiste que atravesaran los israelitas cuando venían de Egipto, sino que les hiciste dar un largo rodeo para no destruirlos; (II Crónicas 20, 10)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina