Encontrados 16 resultados para: estéis
Pero ahora no estéis apenados ni os pese el haberme vendido aquí, pues fue Dios quien me envió delante de vosotros para salvar vuestras vidas. (Génesis 45, 5)
La sangre servirá de señal en las casas donde estéis; al ver la sangre, pasaré de largo y no habrá entre vosotros plaga exterminadora cuando yo hiera a Egipto. (Exodo 12, 13)
Entonces la tierra disfrutará de sus descansos sabáticos mientras dure su desolación y vosotros estéis en tierra de vuestros enemigos. Entonces podrá la tierra descansar y recuperar sus sábados. (Levítico 26, 34)
Tendrás también contigo a tus hermanos de la rama de Leví, la tribu de tu padre. Admítelos contigo en el servicio del santuario como adjuntos. Te servirán a ti y a tus hijos cuando estéis en la tienda del testimonio. (Números 18, 2)
Enseñádselas a vuestros hijos y repetídselas sin cesar: lo mismo cuando estéis sentados en casa que cuando vayáis de viaje, lo mismo cuando estés acostado que cuando estés levantado y de pie. (Deuteronomio 11, 19)
Id, clamad a los dioses que os habéis elegido. ¡Que os salven ellos cuando estéis en aprietos!". (Jueces 10, 14)
Entonces Nehemías, el gobernador; Esdras, el sacerdote-escriba, y los levitas que instruían al pueblo dijeron a toda la asamblea: "Este día está consagrado al Señor, vuestro Dios; no estéis tristes, no lloréis". Porque todo el pueblo lloraba al escuchar las palabras de la ley. (Nehemías 8, 9)
Os enviamos una copia de la carta que hemos escrito a nuestro pariente Lástenes acerca de vosotros, para que estéis informados. (I Macabeos 11, 31)
y tus oídos oirán resonar detrás de ti estas palabras: Éste es el camino, seguidlo, ya estéis a la derecha o a la izquierda. (Isaías 30, 21)
"Cuando ayunéis, no estéis tristes como los hipócritas, que desfiguran su rostro para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya recibieron su recompensa. (Mateo 6, 16)
"No estéis angustiados. Confiad en Dios, confiad también en mí. (Juan 14, 1)
Cuando me vaya y os haya preparado el sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que, donde yo estoy, estéis también vosotros; (Juan 14, 3)