Encontrados 70 resultados para: estáis
y les habló de esta manera: "Si estáis de acuerdo en que yo sepulte a mi difunta, escuchadme: interceded por mí ante Efrón, el hijo de Sójar, (Génesis 23, 8)
Jacob, viendo que en Egipto había grano en venta, dijo a sus hijos: "¿Por qué os estáis mirando unos a otros? (Génesis 42, 1)
Él les preguntó: "¿Qué tal estáis? ¿Cómo está vuestro padre, del que me hablasteis? ¿Vive todavía?". (Génesis 43, 27)
Moisés les dijo: "Si cumplís vuestra palabra, si estáis prontos al combate a las órdenes del Señor (Números 32, 20)
Entonces el sacerdote les dijo: "¿Qué estáis haciendo?". (Jueces 18, 18)
Aquís dijo a sus servidores: "Estáis viendo que es un loco. ¿Para qué me lo habéis traído? (I Samuel 21, 15)
pero tuvo que volver a Yezrael a curarse de las heridas que los sirios le habían producido cuando luchaba con Jazael, rey de Siria. Jehú dijo: "Si estáis de veras conmigo, que nadie escape de la ciudad y vaya a Yezrael a dar la noticia". (II Reyes 9, 15)
Entonces les escribió una segunda carta, diciendo: "Si estáis conmigo y me obedecéis, tomad las cabezas de los hijos de vuestro señor y mañana, a estas horas, venid a mí a Yezrael". Los setenta hijos del rey estaban con los grandes de la ciudad que los educaban. (II Reyes 10, 6)
salió al encuentro de Asá y le dijo: "Óyeme, Asá, y escuchadme todos los de Judá y Benjamín. El Señor está con vosotros porque vosotros estáis con él. Cuando vosotros le buscáis, él se deja encontrar por vosotros; pero si lo abandonáis, él se aleja. (II Crónicas 15, 2)
Ezequías tomó la palabra, y dijo: "Ahora que estáis enteramente consagrados al Señor, acercaos y ofreced víctimas y sacrificios de acción de gracias en el templo del Señor". La asamblea ofreció víctimas, sacrificios de acción de gracias y toda suerte de holocaustos voluntarios. (II Crónicas 29, 31)
No seáis como vuestros padres y vuestros hermanos, que fueron infieles al Señor, Dios de sus padres, que los entregó a la destrucción, como vosotros estáis viendo. (II Crónicas 30, 7)
Y les dije: "Vosotros estáis consagrados al Señor, y sagrados son también estos utensilios; esta plata y este oro son una ofrenda voluntaria al Señor, Dios de nuestros padres. (Esdras 8, 28)