Encontrados 29 resultados para: espadas

  • Los amalecitas y los cananeos están ahí, enfrente de vosotros, y caeréis bajo sus espadas, puesto que os habéis alejado del Señor; él no estará con vosotros". (Números 14, 43)

  • En todo el territorio de Israel no había ni un herrero, porque los filisteos se habían dicho: "¡Que los hebreos no puedan fabricarse espadas ni lanzas!". (I Samuel 13, 19)

  • Ellos, entonces, gritaban más fuerte, y según su costumbre, se hacían cortes con espadas y lanzas, hasta chorrear sangre por su cuerpo. (I Reyes 18, 28)

  • Entonces yo emplacé al pueblo en las zonas más bajas, por detrás de la muralla, en los puntos descubiertos, dividiéndolos por familias, cada uno con sus espadas, sus lanzas y sus arcos. (Nehemías 4, 7)

  • su boca es más dulce que la crema, pero su corazón hace la guerra; sus palabras, más suaves que el aceite, son espadas desnudas. (Salmos 55, 22)

  • Son unas babosas y tienen espadas en los labios: "No hay nadie que nos oiga". (Salmos 59, 8)

  • Afilan su lengua como espadas y disparan como flechas palabras venenosas, (Salmos 64, 4)

  • Al amanecer apareció Judas en la llanura con tres mil hombres, que no tenían ni los escudos ni las espadas que hubieran deseado. (I Macabeos 4, 6)

  • escuadrones de caballería en orden de batalla, choques y asaltos de unos contra otros, vibración de escudos, lanzas innumerables, espadas desenvainadas, tiros de flechas, brillar de armaduras y corazas de toda especie. (II Macabeos 5, 3)

  • Al presentarse la primera división de Judas, el miedo y el pánico se apoderó de los enemigos como consecuencia de una aparición de aquel que todo lo ve. Se dieron a la fuga, unos por un lado, otros por otro, de forma que eran arrastrados por sus propios compañeros y heridos por sus mismas espadas. (II Macabeos 12, 22)

  • raza cuyos dientes son espadas y cuchillos sus molares para devorar a los humildes de la tierra y acabar con los pobres del país. (Proverbios 30, 14)

  • Él gobernará las naciones y dictará sus leyes a pueblos numerosos, que trocarán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces. No alzará ya la espada pueblo contra pueblo ni se entrenarán ya para la guerra. (Isaías 2, 4)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina