Encontrados 15 resultados para: escapó

  • Abrán respondió a Saray: "Mira, tu esclava está en tus manos; haz con ella lo que mejor te parezca". Saray la maltrató, y ella se escapó. (Génesis 16, 6)

  • Las aguas, al juntarse, cubrieron carros y caballeros y a todo el ejército del Faraón, que había entrado en persecución de los israelitas. No escapó ni uno solo. (Exodo 14, 28)

  • Barac persiguió a los carros y al ejército hasta Jaróset Goyín. Todo el ejército de Sísara cayó bajo el filo de la espada y no escapó ni un solo hombre. (Jueces 4, 16)

  • Un hombre de Benjamín escapó corriendo de las filas del ejército, y llegó aquel mismo día a Silo con los vestidos destrozados y la cabeza cubierta de polvo. (I Samuel 4, 12)

  • Sólo se escapó un hijo de Ajimélec, hijo de Ajitob, llamado Abiatar, que huyó hacia David. (I Samuel 22, 20)

  • Y Adonías: "Tú sabes que a mí me tocaba la dignidad real y que todo Israel había puesto en mí sus ojos, esperando que yo había de reinar. Pero la realeza se me escapó y pasó a mi hermano, porque el Señor se la había destinado a él. (I Reyes 2, 15)

  • Salomón buscó entonces a Jeroboán para darle muerte, pero Jeroboán escapó, huyendo a Egipto, junto a Sosac, rey de Egipto, y allí estuvo hasta la muerte de Salomón. (I Reyes 11, 40)

  • Elías tuvo miedo y se escapó para salvar su vida; llegó a Berseba de Judá y dejó allí a su criado. (I Reyes 19, 3)

  • A Jezabel la devorarán los perros en el campo de Yezrael, y no será sepultada". Y enseguida escapó. (II Reyes 9, 10)

  • Y tú, Ajior, mercenario amonita, que has pronunciado estas palabras en un día aciago para ti, no verás más mi rostro hasta que no me haya vengado de esta raza que escapó de Egipto. (Judit 6, 5)

  • A mi piel y a mi carne se han pegado mis huesos, tan sólo escapo con la piel de mis dientes. (Job 19, 20)

  • Porque a su voracidad nada escapó, no ha de durar su dicha. (Job 20, 21)


“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina