Encontrados 141 resultados para: enemigo

  • Tu diestra, Señor, gloriosa en la potencia; tu diestra, Señor, abate al enemigo. (Exodo 15, 6)

  • Dijo el enemigo: "Los perseguiré, les daré alcance, repartiré el botín, mi codicia será saciada, desenvainaré mi espada, mi mano los exterminará". (Exodo 15, 9)

  • Si encuentras el buey de tu enemigo o su asno perdido, llévaselo. (Exodo 23, 4)

  • Si obedeces su voz y haces cuanto yo te diga, seré enemigo de tus enemigos y adversario de tus adversarios; (Exodo 23, 22)

  • haré venir contra vosotros la espada, que vengará la alianza. Os refugiaréis en vuestras ciudades, pero yo haré caer sobre vosotros la peste y seréis entregados en manos del enemigo. (Levítico 26, 25)

  • Cuando un enemigo os ataque en vuestro propio terreno y tengáis que salir a la guerra, las trompetas darán toques vibrantes: el Señor se acordará de vosotros y os veréis libres de vuestros enemigos. (Números 10, 9)

  • Entrarán vuestros hijos, de los que habíais dicho que iban a ser presa del enemigo; ellos conocerán la tierra que vosotros habéis despreciado. (Números 14, 31)

  • si le tira una piedra capaz de producirle la muerte, sin verlo, y la muerte se sigue, sin que fuera su enemigo ni quisiera hacerle daño alguno, (Números 35, 23)

  • El homicida puede refugiarse allí y salvar su vida si mató a su prójimo sin querer, sin haber sido anteriormente enemigo suyo. (Deuteronomio 19, 4)

  • En medio del asedio y de la angustia a que te habrá reducido el enemigo, tú comerás el fruto de tus entrañas, la carne de tus hijos y tus hijas, que el Señor, tu Dios, te haya dado. (Deuteronomio 28, 53)

  • al no querer compartir con ellos la carne de sus hijos, que se comerá él solo, por no quedarle otra cosa en medio del asedio y de la angustia a que te habrá reducido tu enemigo en todas tus ciudades. (Deuteronomio 28, 55)

  • y se alejará de ellos para comer a escondidas la placenta que saldrá de su seno y al hijo que acabará de dar a luz en medio de tanta privación, a causa del asedio y la angustia a que te habrá reducido tu enemigo en todas tus ciudades. (Deuteronomio 28, 57)


“Diante de Deus ajoelhe-se sempre.” São Padre Pio de Pietrelcina