Encontrados 12 resultados para: desiertos

  • enviaré contra vosotros fieras salvajes, que devorarán a vuestros hijos, destrozarán vuestros ganados y os diezmarán hasta el punto de quedar desiertos vuestros caminos. (Levítico 26, 22)

  • Convertiré en desiertos vuestras ciudades, devastaré vuestros santuarios y no aspiraré más el aroma de vuestros sacrificios. (Levítico 26, 31)

  • En los días de Sangar, hijo de Anat, en los días de Yael, los caminos estaban desiertos; los que andaban por los caminos, iban por senderos tortuosos. (Jueces 5, 6)

  • para abrevar los desiertos y yermos y hacer brotar en la estepa hierba verde? (Job 38, 27)

  • la voz del Señor hace temblar los desiertos, el Señor hace temblar el desierto de Cadés; (Salmos 29, 8)

  • Él convierte los desiertos en lagunas y la tierra seca en manantiales. (Salmos 107, 35)

  • Anduvimos hasta la saciedad por los caminos de la injusticia y de la perdición, atravesamos desiertos intransitables; pero el camino del Señor no lo conocimos. (Sabiduría 5, 7)

  • Desiertos están los caminos, ya no pasan caminantes; se ha roto la alianza y se han despreciado los testimonios; no se hace caso de nadie. (Isaías 33, 8)

  • El Señor será tu guía siempre, en los desiertos saciará tu hambre, a tus huesos infundirá vigor, y tú serás como un huerto regado, cual manantial de agua, de caudal inagotable. (Isaías 58, 11)

  • Al cabo de muchos días recibirás órdenes; después de muchos años marcharás contra la nación escapada a la espada, que fue congregada de numerosos pueblos en los montes de Israel, largo tiempo desiertos. Ella regresó de entre las naciones y habitan todos en seguridad. (Ezequiel 38, 8)

  • incontables viajes con peligros de ríos, peligros de salteadores, peligros de los de mi raza, peligros de los paganos, peligros en la ciudad, peligros en los desiertos, peligros en el mar, peligros de los falsos hermanos; (II Corintios 11, 26)

  • de quienes no era digno el mundo, errantes por los desiertos, las montañas, las cavernas y cuevas de la tierra. (Hebreos 11, 38)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina