Encontrados 36 resultados para: cuentas

  • Rubén les respondió: "Ya os dije yo que no hicierais ningún mal al muchacho, pero no me escuchasteis. Ahora se nos pide cuentas de su sangre". (Génesis 42, 22)

  • Al que no escuche las palabras que él dirá en mi nombre, yo mismo le pediré cuentas. (Deuteronomio 18, 19)

  • El rey dijo: "Esto no os importa a vosotros, hijos de Sarvia. Si el Señor le ha ordenado que me maldiga, nadie podrá pedirle cuentas". (II Samuel 16, 10)

  • Su padre no le había reprendido en su vida, ni le había pedido cuentas de lo que hacía. Era de aspecto muy gallardo, y había nacido después de Absalón. (I Reyes 1, 6)

  • Y no se pedía cuentas a los hombres en cuyas manos se ponía el dinero para darlo a los obreros, porque se portaban con fidelidad. (II Reyes 12, 16)

  • Pero que no se les pida cuentas del dinero que se les dé, porque se portan fielmente". (II Reyes 22, 7)

  • El rey Joás, olvidando los favores que le había hecho Yehoyadá, padre de Zacarías, mató a su hijo, que dijo al morir: "Que el Señor lo vea y te pida cuentas". (II Crónicas 24, 22)

  • ¿Por qué el malvado ha de despreciar a Dios pensando que no le pedirá cuentas? (Salmos 10, 13)

  • Tú cuentas los pasos de mi vida errante, mis lágrimas están recogidas en tu odre, todo está consignado en tu libro de notas. (Salmos 56, 9)

  • Un camino puede parecer recto a un hombre, pero, en fin de cuentas, conduce a la muerte. (Proverbios 14, 12)

  • Hay caminos que parecen rectos, pero, en fin de cuentas, conducen a la muerte. (Proverbios 16, 25)

  • Goza, joven, de tu mocedad, y que tu corazón disfrute en los días de tu juventud. Sigue los caminos de tu corazón y los deseos de tus ojos. Pero sabe que de todo esto Dios te pedirá cuentas. (Eclesiastés 11, 9)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina