Encontrados 12 resultados para: capricho

  • El día quince del octavo mes, el mes que él, a capricho suyo, había elegido, subió al altar que había levantado en Betel. Instituyó una fiesta para los israelitas y subió al altar a quemar incienso. (I Reyes 12, 33)

  • no me entregues al capricho de mis perseguidores, pues se han alzado contra mí testigos falsos que respiran violencia. (Salmos 27, 12)

  • El Señor lo guardará vivo y feliz sobre la tierra, y no lo entregará al capricho de sus enemigos. (Salmos 41, 3)

  • No te pongas en camino con el temerario para que no se imponga a ti; porque él obrará según su capricho, y su locura te perderá con él. (Eclesiástico 8, 15)

  • Pero ellos no me escucharon, no me hicieron caso. Se fueron tras su propio capricho, tras la perversidad de su corazón; me dieron la espalda, y no la cara. (Jeremías 7, 24)

  • Han seguido, en cambio, el capricho de su endurecido corazón y han ido tras los baales que les enseñaron sus padres". (Jeremías 9, 13)

  • Pero ellos no escucharon ni hicieron caso, sino que cada cual siguió el capricho de su perverso corazón. Entonces yo cumplí contra ellos todas las palabras de esta alianza que les había ordenado observar y que no observaron". (Jeremías 11, 8)

  • Este pueblo malvado, que no quiere escuchar mi palabra, que sigue el capricho de su duro corazón y va en pos de otros dioses para servirlos y postrarse ante ellos, quedará como ese cinturón, que ya no sirve para nada. (Jeremías 13, 10)

  • Y porque vosotros habéis obrado peor que vuestros padres, pues cada uno de vosotros sigue el capricho de su perverso corazón sin escucharme a mí. (Jeremías 16, 12)

  • Dicen a quienes desprecian la palabra del Señor: "¡Tendréis paz!", y a todos los que siguen el capricho de su corazón: "¡No os sobrevendrá ningún mal!". (Jeremías 23, 17)

  • sino que cada uno de nosotros ha seguido el capricho de su perverso corazón, sirviendo a dioses extraños y haciendo lo que desagrada al Señor Dios nuestro. (Baruc 1, 22)

  • para que no seamos niños vacilantes y no nos dejemos arrastrar por ningún viento de doctrina al capricho de gente astuta que induce al error; (Efesios 4, 14)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina