Encontrados 81 resultados para: aman

  • pero demuestro mi fidelidad por mil generaciones a todos los que me aman y guardan mis mandamientos. (Exodo 20, 6)

  • y hago misericordia por mil generaciones a los que me aman y guardan mis mandamientos. (Deuteronomio 5, 10)

  • Reconoce, por tanto, que el Señor, tu Dios, es el verdadero Dios, el Dios fiel, que guarda la alianza y la misericordia hasta mil generaciones a los que lo aman y cumplen sus mandamientos, (Deuteronomio 7, 9)

  • Amán, Sema, Moladá, (Josué 15, 26)

  • Así perezcan todos tus enemigos, oh, Señor; y aquellos que te aman, sean como el sol cuando se levanta con todo vigor". (Jueces 5, 31)

  • Saúl dio esta orden a sus siervos: "Hablad en secreto a David y decidle: El rey te estima y todos sus servidores te aman; debes ser yerno del rey". (I Samuel 18, 22)

  • Y exclamé: "¡Ah Señor, Dios del cielo, Dios grande y terrible, que guardas la alianza y la fidelidad con los que te aman y observan tus mandamientos! (Nehemías 1, 5)

  • Gózate y alégrate por los hijos de los justos, pues todos se reunirán de nuevo y alabarán al Señor de la eternidad. Bienaventurados los que te aman y los que se alegran de tu paz. (Tobías 13, 15)

  • Todos los israelitas que se salven entonces y que se acuerden de verdad de Dios se juntarán, irán a Jerusalén y habitarán con seguridad para siempre en la tierra de Abrahán, que se les entregará de nuevo. Los que aman a Dios de verdad se alegrarán, mientras que los pecadores y los injustos desaparecerán de la tierra. (Tobías 14, 7)

  • Algún tiempo después el rey Asuero encumbró a Amán, hijo de Hamdatá, el de Agag; le dio un alto cargo por encima de todos los funcionarios, sus compañeros. (Ester 3, 1)

  • Todos los servidores del rey, que estaban al servicio de la puerta de palacio, se arrodillaban y postraban cuando Amán pasaba, según había ordenado el rey. Pero Mardoqueo no se arrodillaba ni se postraba ante él. (Ester 3, 2)

  • Todos los días le repetían la misma pregunta, pero él no los escuchaba. Entonces lo denunciaron a Amán, para ver si tenían fundamento las pretensiones de Mardoqueo, pues les había dicho que era judío. (Ester 3, 4)


“Como é belo esperar!” São Padre Pio de Pietrelcina