Encontrados 42 resultados para: Timoteo

  • Luego pasó a los amonitas, donde encontró un poderoso ejército y un pueblo numeroso a las órdenes de Timoteo. (I Macabeos 5, 6)

  • y se preparan para expugnar la fortaleza en la que estamos refugiados. Su jefe es Timoteo. (I Macabeos 5, 11)

  • Cuando el ejército de Timoteo supo que estaba allí el Macabeo, huyeron ante él; sufrieron una gran derrota, pues aquel día murieron unos ocho mil hombres. (I Macabeos 5, 34)

  • Después de estos acontecimientos, Timoteo reunió otro ejército y acampó frente a Rafón, al otro lado del torrente. (I Macabeos 5, 37)

  • Cuando Judas con su ejército se acercaba al torrente, Timoteo dijo a los jefes de su ejército: "Si pasa él primero hacia nosotros, no podremos resistirle, porque nos sacarán ventaja; (I Macabeos 5, 40)

  • Lucharon contra Timoteo y Báquides, mataron a más de veinte mil y cayeron en su poder altas y sólidas fortalezas. Repartieron el abundante botín en dos partes iguales, una para ellos y otra para los débiles, los huérfanos, las viudas y los ancianos. (II Macabeos 8, 30)

  • Mataron al filarca de Timoteo, hombre cruel que había hecho mucho mal a los judíos. (II Macabeos 8, 32)

  • Al llegar a Ecbatana, tuvo noticia de lo sucedido a Nicanor y a Timoteo. (II Macabeos 9, 3)

  • Timoteo, que había sido vencido antes por los judíos, reunió una tropa ingente de mercenarios; unió a esta fuerza una buena parte de la caballería de Asia y se encaminó a Judea para hacer la guerra y apoderarse de ella. (II Macabeos 10, 24)

  • Timoteo huyó y se refugió en la fortaleza bien amurallada de Guézer, donde mandaba Quereas. (II Macabeos 10, 32)

  • Mataron a Timoteo, que se había escondido en una cisterna; a Quereas, su hermano, y a Apolófanes. (II Macabeos 10, 37)

  • Pero los jefes de las diversas regiones, Timoteo y Apolonio, hijo éste de Genneo, así como Jerónimo y Demofón, además de Nicanor, jefe de los chipriotas, no los dejaban gozar de paz y de reposo. (II Macabeos 12, 2)


“Façamos o bem, enquanto temos tempo à nossa disposição. Assim, daremos glória ao nosso Pai celeste, santificaremos nós mesmos e daremos bom exemplo aos outros.” São Padre Pio de Pietrelcina