Encontrados 14 resultados para: Eliaquín

  • Llamaron al rey, y se presentaron Eliaquín, hijo de Jelcías, el mayordomo, Sebná, el secretario, y Yoaj, hijo de Asaf, el heraldo. (II Reyes 18, 18)

  • Entonces Eliaquín, hijo de Jelcías, Sebná y Yoaj dijeron al copero mayor: "Por favor, habla a tus siervos en arameo, pues nosotros lo entendemos; no nos hables en judío a oídos del pueblo que está sobre la muralla". (II Reyes 18, 26)

  • Entonces Eliaquín, hijo de Jelcías, el mayordomo, Sebná, el secretario, y Yoaj, hijo de Asaf, el heraldo, se presentaron ante Ezequías, rasgadas sus vestiduras, y le refirieron las palabras del copero mayor. (II Reyes 18, 37)

  • Y mandó a Eliaquín, el mayordomo, a Sebná, el secretario, y a los sacerdotes más ancianos, vestidos de saco, a decir al profeta Isaías, hijo de Amós: (II Reyes 19, 2)

  • Y el Faraón Necó nombró rey a Eliaquín, hijo de Josías, en lugar de su padre Josías, y le cambió el nombre en Joaquín; a Joacaz, lo llevó a Egipto, donde murió. (II Reyes 23, 34)

  • El rey de Egipto nombró a su hermano Eliaquín rey de Judá y Jerusalén y le cambió el nombre en Joaquín. A su hermano Joacaz lo llevó prisionero a Egipto. (II Crónicas 36, 4)

  • y los sacerdotes Eliaquín, Maasías, Minyamín, Miqueas, Elyoenay, Zacarías, Jananías, con las trompetas, (Nehemías 12, 41)

  • Y llamaré aquel día a mi siervo Eliaquín, hijo de Jelcías, (Isaías 22, 20)

  • A su encuentro salieron el mayordomo de palacio, Eliaquín, hijo de Jelcías; el secretario Sebná y el heraldo Yoaj, hijo de Asaf. (Isaías 36, 3)

  • Eliaquín, Sebná y Yoaj respondieron al general: "Habla, por favor, en arameo a tus siervos, porque nosotros lo entendemos; no nos hables en judío a oídos del pueblo que está tras la muralla". (Isaías 36, 11)

  • Y el mayordomo del palacio, Eliaquín, hijo de Jelcías, el secretario Sebná y el heraldo Yoaj, hijo de Asaf, volvieron, rasgados los vestidos, donde Ezequías y le dieron cuenta de las palabras del general. (Isaías 36, 22)

  • Luego mandó al mayordomo de palacio Eliaquín, al secretario Sebná y a los ancianos de los sacerdotes, vestidos de saco, donde el profeta Isaías, hijo de Amós. (Isaías 37, 2)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina