Encontrados 20 resultados para: tengan

  • Seis días harás tus trabajos, y el séptimo descansarás, para que reposen tu buey y tu asno, y tengan un respiro el hijo de tu sierva y el forastero. (Exodo 23, 12)

  • Cuando un hombre o una mujer tengan una llaga en la cabeza o en la barbilla, (Levítico 13, 29)

  • Cuando un hombre o una mujer tengan en su piel manchas brillantes, manchas blancas, (Levítico 13, 38)

  • Guardadlos y practicadlos, porque ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos estos preceptos, dirán: «Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente.» (Deuteronomio 4, 6)

  • Que su sangre caiga sobre la cabeza de Joab y de su descendencia para siempre, y que David y su descendencia, su casa y su trono tengan paz para siempre de parte de Yahveh.» (I Reyes 2, 33)

  • y perdona a tu pueblo, que ha pecado contra ti, todas las rebeliones con que te han traicionado, y concédeles que hallen compasión entre sus deportadores para que éstos les tengan piedad, (I Reyes 8, 50)

  • cuyo corazón está dispuesto a buscar al Dios Yahveh, el Dios de sus padres, aunque no tengan la pureza requerida para las cosas sagradas!» (II Crónicas 30, 19)

  • Culpa añade a su culpa, no tengan más acceso a tu justicia; (Salmos 69, 28)

  • Dichoso el hombre que ha llenado de ellas su aljaba; no quedarán confusos cuando tengan pleito con sus enemigos en la puerta. (Salmos 127, 5)

  • He aquí que yo haré exterminio de todos tus opresores, en el tiempo aquel; y salvaré a la coja y recogeré a la descarriada, y haré que tengan alabanza y renombre en todos los países donde fueron confundidas. (Sofonías 3, 19)

  • Jesús les dijo: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Mientras tengan consigo al novio no pueden ayunar. (Marcos 2, 19)

  • Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa en casa. (Lucas 10, 7)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina