Encontrados 12 resultados para: sosiego

  • No hallarás sosiego en aquellas naciones, ni habrá descanso para la planta de tus pies, sino que Yahveh te dará allí un corazón trémulo, languidez de ojos y ansiedad de alma. (Deuteronomio 28, 65)

  • El país de Judá gozó de sosiego por algún tiempo. (I Macabeos 7, 50)

  • Pero algunos de los estrategas en plaza, Timoteo y Apolonio, hijo de Genneo, y también Jerónimo y Demofón, además de Nicanor, el Chipriarca, no les dejaban vivir en paz ni disfrutar de sosiego. (II Macabeos 12, 2)

  • Cuando el sabio tiene un pleito con el necio, ya se exaspere o se ría, no logrará sosiego. (Proverbios 29, 9)

  • Quien da gloria al padre vivirá largos días, obedece al Señor quien da sosiego a su madre: (Eclesiástico 3, 6)

  • La sabiduría del escriba se adquiere en los ratos de sosiego, el que se libera de negocios se hará sabio. (Eclesiástico 38, 24)

  • Porque así dice el Señor Yahveh, el Santo de Israel: «Por la conversión y calma seréis liberados, en el sosiego y seguridad estará vuestra fuerza.» Pero no aceptasteis, (Isaías 30, 15)

  • Así dice Yahveh: Paraos en los caminos y mirad, y preguntad por los senderos antiguos, cuál es el camino bueno, y andad por él, y encontraréis sosiego para vuestras almas. Pero dijeron: «No vamos.» (Jeremías 6, 16)

  • Tú dijiste: «¡Ay de mí, que añade Yahveh congoja a mi sufrimiento! Me he agotado en mi jadeo, pero sosiego no hallé.» (Jeremías 45, 3)

  • Guímel. Judá está desterrada, en postración y en extrema servidumbre. Sentada entre las naciones, no encuentra sosiego. La alcanzan todos sus perseguidores entre las angosturas. (Lamentaciones 1, 3)

  • Efectivamente, en llegando a Macedonia, no tuvo sosiego nuestra carne, sino, toda suerte de tribulaciones: por fuera, luchas; por dentro, temores. (II Corintios 7, 5)

  • A ésos les mandamos y les exhortamos en el Señor Jesucristo a que trabajen con sosiego para comer su propio pan. (II Tesalonicenses 3, 12)


“Pense em Jesus flagelado por amor a você, e ofereça com generosidade um sacrifício a Ele”. São Padre Pio de Pietrelcina