Encontrados 98 resultados para: señal

  • Respondióle Yahveh: «Al contrario, quienquiera que matare a Caín, lo pagará siete veces.» Y Yahveh puso una señal a Caín para que nadie que le encontrase le atacara. (Génesis 4, 15)

  • Dijo Dios: «Esta es la señal de la alianza que para las generaciones perpertuas pongo entre yo y vosotros y toda alma viviente que os acompaña: (Génesis 9, 12)

  • Pongo mi arco en las nubes, y servirá de señal de la alianza entre yo y la tierra. (Génesis 9, 13)

  • Y dijo Dios a Noé: «Esta es la señal de la alianza que he establecido entre yo y toda carne que existe sobre la tierra.» (Génesis 9, 17)

  • Os circuncidaréis la carne del prepucio, y eso será la señal de la alianza entre yo y vosotros. (Génesis 17, 11)

  • Respondió: «Yo estaré contigo y esta será para ti la señal de que yo te envío: Cuando hayas sacado al pueblo de Egipto daréis culto a Dios en este monte .» (Exodo 3, 12)

  • «Así pues, si no te creen ni escuchan la voz por la primera señal, creerán por la segunda. (Exodo 4, 8)

  • La sangre será vuestra señal en las casas donde moráis. Cuando yo vea la sangre pasaré de largo ante vosotros, y no habrá entre vosotros plaga exterminadora cuando yo hiera el país de Egipto. (Exodo 12, 13)

  • Y esto te servirá como señal en tu mano, y como recordatorio ante tus ojos, para que la ley de Yahveh esté en tu boca; porque con mano fuerte te sacó Yahveh de Egipto. (Exodo 13, 9)

  • Esto será como señal en tu mano y como insignia entre tus ojos; porque con mano fuerte nos sacó Yahveh de Egipto.» (Exodo 13, 16)

  • Habla tú a los israelitas y diles: No dejéis de guardar mis sábados; porque el sábado es una señal entre yo y vosotros, de generación en generación, para que sepáis que yo, Yahveh, soy el que os santifico. (Exodo 31, 13)

  • Será entre yo y los israelitas una señal perpetua; pues en seis días hizo Yahveh los cielos y la tierra, y el día séptimo descansó y tomó respiro. (Exodo 31, 17)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina