Encontrados 23 resultados para: saqueó

  • Salió el pueblo y saqueó el campamento de Aram; la arroba de flor de harina estaba a siclo y las dos arrobas de cebada a siclo, según la palabra de Yahveh. (II Reyes 7, 16)

  • Desde los días de nuestros padres hasta el día de hoy nos hemos hecho muy culpables: por nuestros crímenes fuimos entregados, nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes, en manos de los reyes de los países, a la espada, al cautiverio, al saqueo y al oprobio, como todavía hoy sucede. (Esdras 9, 7)

  • no hemos escuchado tus mandatos y nos has entregado al saqueo, a la burla, al comentario y al oprobio de todas las gentes entre las que nos has dispersado. (Tobías 3, 4)

  • Pero que no perdone tu ojo a los rebeldes. Entrégalos a la muerte y al saqueo en todo el país conquistado. (Judit 2, 11)

  • Cercó a todos los madianitas, incendió sus tiendas y saqueó sus aduares; (Judit 2, 26)

  • descendió hacia la llanura de Damasco, al tiempo de la siega del trigo, incendió todos sus cultivos, exterminó sus rebaños de ovejas y bueyes, saqueó sus ciudades, devastó sus campos y pasó a cuchillo a todos sus jóvenes. (Judit 2, 27)

  • El saqueó sus santuarios y taló sus bosques sagrados, pues había recibido la orden de destruir todas las divinidades del país para que todas las gentes adorasen únicamente a Nabucodonosor y todas las lenguas y todas las tribus le proclamasen dios. (Judit 3, 8)

  • Cubrieron el altar de saco y clamaron insistentemente, todos a una, al Dios de Israel, para que no entregase sus hijos al saqueo, sus mujeres al pillaje, las ciudades de su herencia a la destrucción y las cosas santas a la profanación y al ludibrio, para mofa de los gentiles. (Judit 4, 12)

  • Llamadles ahora mismo y entregad toda la ciudad al saqueo de la gente de Holofernes y de todo su ejército. (Judit 7, 26)

  • en castigo de lo cual fueron nuestros padres entregados a la espada y al saqueo, y sucumbieron desastradamente ante sus enemigos. (Judit 8, 19)

  • Entregaste al saqueo a sus mujeres, sus hijas al destierro, todos sus despojos en reparto para tus hijos amados, que se habían encendido de tu celo, y tuvieron horror a la mancha hecha a su sangre y te llamaron en su ayuda. ¡Oh Dios, mi Dios, escucha a esta viuda! (Judit 9, 4)

  • Saqueó la ciudad, la incendió y arrasó sus casas y la muralla que la rodeaba. (I Macabeos 1, 31)


“Deus ama quem segue o caminho da virtude.” São Padre Pio de Pietrelcina