Encontrados 13 resultados para: salterios

  • Con la madera de almugguim hizo el rey balaustradas para la Casa de Yahveh y para la casa del rey, cítaras y salterios para los cantores. No vino más madera de almugguim y no se ha vuelto a ver hasta el día de hoy. (I Reyes 10, 12)

  • David y todo Israel bailaban delante de Dios con todas sus fuerzas, cantando y tocando cítaras, salterios, adufes, címbalos y trompetas. (I Crónicas 13, 8)

  • Dijo David a los jefes de los levitas que dispusieran a sus hermanos los cantores, con instrumentos músicos, salterios, cítaras y címbalos, para que los hiciesen resonar, alzando la voz con júbilo. (I Crónicas 15, 16)

  • Zacarías, Yaaziel, Semiramot, Yejiel, Unní, Eliab, Maaseías y Benaías tenían salterios de tonos altos. (I Crónicas 15, 20)

  • Todo Israel subía el arca de la alianza de Yahveh entre clamores y resonar de cuernos, trompetas y címbalos, y haciendo sonar los salterios y las cítaras. (I Crónicas 15, 28)

  • Asaf era el jefe; Zacarías era el segundo; luego Uzziel, Semiramot, Yejiel, Mattitías, Eliab, Benaías, Obededom y Yeiel, con salterios y cítaras. Asaf hacía sonar los címbalos. (I Crónicas 16, 5)

  • David y los jefes del ejército separaron para el servicio a los hijos de Asaf, Hemán y Yedutún, profetas, que cantaban con cítaras, salterios y címbalos. Este es el número de personas que se encargaban de este servicio: (I Crónicas 25, 1)

  • Todos ellos se hallaban bajo la dirección de su padre para el canto de la Casa de Yahveh, con címbalos, salterios y cítaras al servicio de la Casa de Dios, siguiendo las indicaciones del rey, de Asaf, Yedutún y Hemán. (I Crónicas 25, 6)

  • y todos los levitas cantores, Asaf, Hemán y Yedutún, con sus hijos y hermanos, vestidos de lino fino, estaban de pie al oriente del altar, tocando címbalos, salterios y cítaras, y con ellos 120 sacerdotes que tocaban las trompetas; (II Crónicas 5, 12)

  • Con la madera de algummim hizo el rey entarimados para la Casa de Yahveh y la casa del rey, cítaras y salterios para los cantores. No se había visto nunca en la tierra de Judá madera semejante. (II Crónicas 9, 11)

  • Entraron en Jerusalén, en la Casa de Yahveh, con salterios, cítaras y trompetas. (II Crónicas 20, 28)

  • Luego estableció en la Casa de Yahveh a los levitas con címbalos, salterios y cítaras, según las disposiciones de David, de Gad, vidente del rey, y de Natán, profeta; pues de mano de Yahveh había venido ese mandamiento, por medio de sus profetas. (II Crónicas 29, 25)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina