Encontrados 28 resultados para: preciosas

  • Después tomó Rebeca ropas de Esaú, su hijo mayor, las más preciosas que tenía en casa, y vistió a Jacob, su hijo pequeño. (Génesis 27, 15)

  • Llegó a Jerusalén con gran número de camellos que traían aromas, gran cantidad de oro y piedras preciosas; llegada que fue donde Salomón, le dijo todo cuanto tenía en su corazón. (I Reyes 10, 2)

  • Dio al rey 120 talentos de oro, gran cantidad de aromas y piedras preciosas. Nunca llegaron aromas en tanta abundancia como los que la reina de Sabá dio al rey Salomón. (I Reyes 10, 10)

  • La flota de Jiram, la que transportó el oro de Ofir, trajo también madera de almugguim en gran cantidad, y piedras preciosas. (I Reyes 10, 11)

  • Con todas mis fuerzas he preparado, con destino a la Casa de mi Dios, el oro para los objetos de oro, la plata para los de plata, el bronce para los de bronce, el hierro para los de hierro, y la madera para los de madera; piedras de ónice y de engaste, piedras brillantes y de varios colores, toda suerte de piedras preciosas y piedras de alabastro en abundancia. (I Crónicas 29, 2)

  • Los que tenían piedras preciosas las entregaron para el tesoro de la Casa de Yahveh, en manos de Yejiel el guersonita . (I Crónicas 29, 8)

  • Para adornar la Casa la revistió también de piedras preciosas; el oro era oro de Parvayim. (II Crónicas 3, 6)

  • La reina de Sabá había oído la fama de Salomón, y vino a Jerusalén para probar a Salomón por medio de enigmas, con gran séquito y con camellos que traían aromas, gran cantidad de oro y piedras preciosas. Llegada que fue donde Salomón, le dijo todo cuanto tenía en su corazón. (II Crónicas 9, 1)

  • Dio al rey 120 talentos de oro, gran cantidad de aromas y piedras preciosas. Nunca hubo aromas como los que la reina de Sabá dio al rey Salomón. (II Crónicas 9, 9)

  • Los siervos de Juram y los siervos de Salomón, que habían traído oro de Ofir, trajeron también madera de algummim y piedras preciosas. (II Crónicas 9, 10)

  • Ezequías tuvo riquezas y gloria en gran abundancia. Adquirió tesoros de plata, oro, piedras preciosas, bálsamos, joyas y de toda suerte de objetos de valor. (II Crónicas 32, 27)

  • que Jerusalén va a ser reconstruida y en la ciudad su Casa para siempre. Seré feliz si alguno quedare de mi raza para ver tu Gloria y confesar al Rey del Cielo. Las puertas de Jerusalén serán rehechas con zafiros y esmeraldas, y de piedras preciosas sus murallas. Las torres de Jerusalén serán alzadas con oro, y con oro puro sus defensas. (Tobías 13, 16)


“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina