Encontrados 12 resultados para: permanecer

  • Ni los magos pudieron permanecer delante de Moisés a causa de las erupciones; pues los magos tenían las mismas erupciones que todos los egipcios. (Exodo 9, 11)

  • El suegro de Moisés vio el trabajo que su yerno se imponía por el pueblo, y dijo: «¿Cómo haces eso con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo haciendo que todo el pueblo tenga que permanecer delante de ti desde la mañana hasta la noche?» (Exodo 18, 14)

  • porque aquél debía permanecer en la ciudad de asilo hasta la muerte del Sumo Sacerdote. Cuando muera el Sumo Sacerdote, el homicida podrá volver a la tierra de su propiedad. (Números 35, 28)

  • Por eso tuvisteis que permanecer en Cadés todo ese largo tiempo que habéis estado allí. (Deuteronomio 1, 46)

  • El homicida habrá de permanecer en la ciudad, hasta que comparezca en juicio ante la comunidad, hasta la muerte del Sumo Sacerdote que esté en funciones por aquel tiempo. Entonces el homicida podrá volver a sus ciudad y a su casa, a la ciudad de la que huyó.» (Josué 20, 6)

  • Jusay respondió a Absalón: «No. Yo quiero estar y permanecer con aquel a quien ha elegido Yahveh, este pueblo y todos los hombres de Israel. (II Samuel 16, 18)

  • Si tú quieres, guardarás los mandamientos, para permanecer fiel a su beneplácito. (Eclesiástico 15, 15)

  • Cuando llegó y vio la gracia de Dios se alegró y exhortaba a todos a permanecer, con corazón firme, unidos al Señor, (Hechos 11, 23)

  • Encontramos allí hermanos y tuvimos el consuelo de permanecer con ellos siete días. Y así llegamos a Roma. (Hechos 28, 14)

  • Cuando entramos en Roma se le permitió a Pablo permanecer en casa particular con un soldado que le custodiara. (Hechos 28, 16)

  • ¿Qué diremos, pues? ¿Que debemos permanecer en el pecado para que la gracia se multiplique? ¡De ningún modo! (Romanos 6, 1)

  • Si alguno que posee bienes de la tierra, ve a su hermano padecer necesidad y le cierra su corazón, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios? (I Juan 3, 17)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina