Encontrados 13 resultados para: mesas

  • el peso de oro para las mesas de las filas de pan, para cada mesa, y la plata para las mesas de plata; (I Crónicas 28, 16)

  • Hizo diez mesas, que puso en el Hekal, cinco a la derecha y cinco a la izquierda. Hizo también cien acetres de oro. (II Crónicas 4, 8)

  • Salomón hizo todos los objetos destinados a la Casa de Dios: el altar de oro, las mesas para el pan de la Presencia, (II Crónicas 4, 19)

  • Porque todas las mesas están cubiertas de vómito asqueroso, sin respetar sitio. (Isaías 28, 8)

  • Y en el vestíbulo del pórtico había, a cada lado, dos mesas para inmolar sobre ellas el holocausto, el sacrificio por el pecado y el sacrificio de expiación. (Ezequiel 40, 39)

  • Por el lado exterior de quien sube hacia la entrada del pórtico, al norte, había dos mesas, y al otro lado, hacia el vestíbulo del pórtico, dos mesas. (Ezequiel 40, 40)

  • Cuatro mesas a un lado y cuatro mesas al otro lado del pórtico, o sea ocho mesas sobre las que se hacía la inmolación. (Ezequiel 40, 41)

  • Además cuatro mesas para el holocausto, de piedra de sillería, de codo y medio de largo, codo y medio de ancho y un codo de alto, sobre las cuales se colocaban los instrumentos con los que se inmolaba el holocausto y el sacrificio. (Ezequiel 40, 42)

  • Las ranuras, de un palmo de anchura, estaban dispuestas en el interior, todo en torno. Sobre estas mesas se ponía la carne de las ofrendas. (Ezequiel 40, 43)

  • Entró Jesús en el Templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el Templo; volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas. (Mateo 21, 12)

  • Llegan a Jerusalén; y entrando en el Templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y a los que compraban en el Templo; volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas (Marcos 11, 15)

  • Haciendo un látigo con cuerdas, echó a todos fuera del Templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó el dinero de los cambistas y les volcó las mesas; (Juan 2, 15)


A humildade e a caridade são as “cordas mestras”. Todas as outras virtudes dependem delas. Uma é a mais baixa; a outra é a mais alta. ( P.e Pio ) São Padre Pio de Pietrelcina