Encontrados 16 resultados para: magistrados

  • Esta es la copia de la carta enviada por los espartanos: «Los magistrados y la ciudad de los espartanos saludan al sumo sacerdote Simón, a los ancianos, a los sacerdotes y al resto del pueblo de los judíos, nuestros hermanos. (I Macabeos 14, 20)

  • Por mí los reyes reinan y los magistrados administran la justicia. (Proverbios 8, 15)

  • contigo machaqué al pastor y su hato, contigo machaqué al labrador y su yunta, contigo machaqué a gobernadores y magistrados. (Jeremías 51, 23)

  • Haced leva santa contra ella en las naciones, los reyes de Media, sus gobernadores y todos sus magistrados y todo el país de su dominio. (Jeremías 51, 28)

  • Yo embriagaré a sus jefes y a sus sabios, a sus gobernadores y a sus magistrados y a sus valientes, y dormirán un sueño eterno y no se despertarán - oráculo del Rey cuyo nombre es Yahveh Sebaot -. (Jeremías 51, 57)

  • Cuando os lleven a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué os defenderéis, o qué diréis, (Lucas 12, 11)

  • Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a los magistrados y al pueblo (Lucas 23, 13)

  • Estaba el pueblo mirando; los magistrados hacían muecas diciendo: «A otros salvó; que se salve a sí mismo si él es el Cristo de Dios, el Elegido.» (Lucas 23, 35)

  • cómo nuestros sumos sacerdotes y magistrados le condenaron a muerte y le crucificaron. (Lucas 24, 20)

  • Sin embargo, aun entre los magistrados, muchos creyeron en él; pero, por los fariseos, no lo confesaban, para no ser excluidos de la sinagoga, (Juan 12, 42)

  • Se han presentado los reyes de la tierra y los magistrados se han aliado contra el Señor y contra su Ungido. (Hechos 4, 26)

  • Al ver sus amos que se les había ido su esperanza de ganancia, prendieron a Pablo y a Silas y los arrastraron hasta el ágora, ante los magistrados; (Hechos 16, 19)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina