Encontrados 81 resultados para: llega

  • ¡Los gritos han rodeado las fronteras de Moab; hasta Egláyim llega su ulular, en Beer Elim su ulular! (Isaías 15, 8)

  • Porque es día de perturbación, de extravío y de aplastamiento para el Señor Yahveh Sebaot. En el valle de la Visión se zapa un muro y el grito de socorro llega a la montaña, (Isaías 22, 5)

  • ¿No hay sandáraca en Galaad?, ¿no quedan médicos allí? Pues ¿cómo es que no llega el remedio para la hija de mi pueblo? (Jeremías 8, 22)

  • ¡Se oye un rumor! ¡ya llega!: un gran estrépito del país del norte, para trocar las ciudades de Judá en desolación, guarida de chacales. (Jeremías 10, 22)

  • llega el eco, hasta el fin de la tierra. Porque pleitea Yahveh con las naciones y vence en juicio a toda criatura. A los malos los entrega a la espada - oráculo de Yahveh -. (Jeremías 25, 31)

  • si llega a afligir, se apiada luego según su inmenso amor; (Lamentaciones 3, 32)

  • A precio de plata bebemos nuestra agua, nuestra leña nos llega por dinero. (Lamentaciones 5, 4)

  • Pues si llega a prender el fuego en la casa de esos dioses de madera, dorados y plateados, sus sacerdotes escaparán y se pondrán a salvo, pero ellos serán, como postes, presa de las llamas. (Baruc 6, 54)

  • Hijo de hombre, di: Así dice el Señor Yahveh a la tierra de Israel: ¡El fin! Llega el fin sobre los cuatro extremos de esta tierra. (Ezequiel 7, 2)

  • Te llega el turno, habitante del país. Llega el tiempo, está cercano el día, consternación, que no ya ¡hurra!, en los montes. (Ezequiel 7, 7)

  • Llega el terror; ellos buscarán la paz, pero no la habrá. (Ezequiel 7, 25)

  • Y si acaso te dicen: «¿Por qué esos gemidos?», dirás: «Por causa de una noticia a cuya llegada todos los corazones desfallecerán, desmayarán todos los brazos, todos los espíritus se amilanarán, y todas las rodillas se irán en agua. Ved que ya llega; es cosa hecha, oráculo del Señor Yahveh.» (Ezequiel 21, 12)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina