Encontrados 25 resultados para: limosna

  • Regula tu limosma según la abundancia de tus bienes. Si tienes poco, da conforme a ese poco, pero nunca temas dar limosna, (Tobías 4, 8)

  • Porque la limosna libra de la muerte e impide caer en las tinieblas. (Tobías 4, 10)

  • «Da de tu pan al hambriento y de tus vestidos al desnudo. Haz limosna de todo cuanto te sobra; y no tenga rencilla tu ojo cuando hagas limosna. (Tobías 4, 16)

  • «Buena es la oración con ayuno; y mejor es la limosna con justicia que la riqueza con iniquidad. Mejor es hacer limosna que atesorar oro. (Tobías 12, 8)

  • La limosna libra de la muerte y purifica de todo pecado. Los limosneros tendrán larga vida. (Tobías 12, 9)

  • Tenía 62 años cuando perdió la vista; y después de recuperarla, vivió feliz, practicando la limosna, bendiciendo siempre a Dios y proclamando sus grandezas. (Tobías 14, 2)

  • «Ahora, pues, hijos, yo os recomiendo que sirváis a Dios en verdad y hagáis lo que es agradable en su presencia. Mandad a vuestros hijos que practiquen la justicia y la limosna, que se acuerden de Dios y bendigan su Nombre en todo tiempo, en verdad y con todas sus fuerzas. (Tobías 14, 8)

  • El día que sepultes a tu madre junto a mí, ya ese mismo día, no te quedes en este territorio, porque he visto que se cometen aquí muchas injusticias y muchos engaños, sin rebozo. Mira, hijo lo que hizo Nadab con Ajikar, que le había criado. ¿No le hizo bajar vivo a la tierra? Pero Dios le cubrió de infamia ante su misma víctima. Sacó a Ajikar a la luz y metió a Nadab en las tinieblas eternas, por haber tramado la muerte de Ajikar. Por haber practicado la limosna se libró Ajikar de la trampa mortal que le había tendido Nadab. Fue Nadab quien cayó en la trampa de muerte para su perdición. (Tobías 14, 10)

  • No seas en tu plegaria pusilánime, y hacer limosna no descuides. (Eclesiástico 7, 10)

  • No habrá bienes para el que en mal persiste, ni para quien no agradece la limosna. (Eclesiástico 12, 3)

  • Para toda limosna tiene él un sitio, cada cual hallará según sus obras. (Eclesiástico 16, 14)

  • La limosna del hombre es como un sello para él, el favor del hombre lo guarda como la pupila de sus ojos. (Eclesiástico 17, 22)


“O verdadeiro servo de Deus é aquele que usa a caridade para com seu próximo, que está decidido a fazer a vontade de Deus a todo custo, que vive em profunda humildade e simplicidade”. São Padre Pio de Pietrelcina