Encontrados 29 resultados para: irán

  • Cuando se levante el campamento, irán Aarón y sus hijos, descolgarán el velo de protección y cubrirán con él el arca del Testimonio. (Números 4, 5)

  • Haced con ellos de esta manera, para que vivan y no mueran al acercarse a las cosas sacratísimas: Aarón y sus hijos irán y pondrán a cada uno en su servicio y junto a su carga. (Números 4, 19)

  • tus ancianos y tus escribas irán a medir la distancia entre la víctima y las ciudades de alrededor. (Deuteronomio 21, 2)

  • Engendrarás hijos e hijas, pero no serán para ti, porque irán al cautiverio. (Deuteronomio 28, 41)

  • Entonces Ocozías, hijo de Ajab, dijo a Josafat: «Mis siervos irán con tus siervos en la flota», pero Josafat no quiso. (I Reyes 22, 50)

  • y bendecirán al Dios de los siglos en justicia. Todos los israelitas salvados aquellos días se acordarán de Dios en verdad, se reunirán e irán a Jerusalén y les será dada la tierra de Abraham, que ellos habitarán por siempre y en seguridad. Y los que aman a Dios en verdad se alegrarán. Pero los que cometen pecados e injusticias desaparecerán de toda la tierra. (Tobías 14, 7)

  • de todas partes se irán los impíos, colmo de vileza entre los hijos de Adán. (Salmos 12, 9)

  • «Mi lealtad y mi amor irán con él, por mi nombre se exaltará su frente; (Salmos 89, 25)

  • Al tiempo de dar cuenta de sus pecados irán acobardados, y sus iniquidades se les enfrentarán acusándoles. (Sabiduría 4, 20)

  • Todo cuanto viene de tierra, a tierra volverá, así irán los impíos de la maldición a la ruina. (Eclesiástico 41, 10)

  • Te enrolla en ovillo, como una pelota en tierra de amplios espacios. Allí morirás, y allí irán tus carrozas gloriosas, vergüenza del palacio de tu señor. (Isaías 22, 18)

  • Así dice Yahveh: Los productos de Egipto, el comercio de Kus y los sebaítas, de elevada estatura, vendrán a ti y tuyos serán. Irán detrás de ti, encadenados, ante ti se postrarán, y te suplicarán: «Sólo en ti hay Dios, no hay ningún otro, no hay más dioses.» (Isaías 45, 14)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina