Encontrados 18 resultados para: impiedad

  • Pues no eres tú un Dios que se complace en la impiedad, no es huésped tuyo el malo. (Salmos 5, 5)

  • Sin. ¡Quiebra el brazo del impío, del malvado; indaga su impiedad sin dejar rastro! (Salmos 10, 15)

  • tú amas la justicia y odias la impiedad. Por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros; (Salmos 45, 8)

  • Vale más un día en tus atrios que mil en mis mansiones, estar en el umbral de la Casa de mi Dios que habitar en las tiendas de impiedad. (Salmos 84, 11)

  • Jamás ha de caer el cetro de impiedad sobre la suerte de los justos, para que los justos no alarguen a la maldad su mano. (Salmos 125, 3)

  • Ellos vienen contra nosotros rebosando insolencia e impiedad con intención de destruirnos a nosotros, a nuestras mujeres y a nuestros hijos, y hacerse con nuestros despojos; (I Macabeos 3, 20)

  • Mientras celebraban la victoria en su patria, quemaron a los que habían incendiado los portones sagrados, así como a Calístenes, que estaban refugiados en una misma casita, y que recibieron así la merecida paga de su impiedad. (II Macabeos 8, 33)

  • Los habitantes de Joppe, por su parte, perpetraron la enorme impiedad que sigue: invitaron a los judíos que vivían con ellos, a subir con mujeres y niños a las embarcaciones que habían preparado, como si no guardaran contra ellos ninguna enemistad. (II Macabeos 12, 3)

  • y Dios igualmente aborrece al impío y su impiedad; (Sabiduría 14, 9)

  • Porque el necio dice necedades y su corazón medita el mal, haciendo impiedad y profiriendo contra Yahveh desatinos, dejando vacío el estómago hambriento y privando de bebida al sediento. (Isaías 32, 6)

  • Por tanto, así dice Yahveh Sebaot tocante a los profetas: He aquí que les voy a dar de comer ajenjo y les voy a dar de beber agua emponzoñada. Porque a partir de los profetas de Jerusalén se ha propagado la impiedad por toda la tierra. (Jeremías 23, 15)

  • Si dice Edom: «Hemos sido aplastados, pero volveremos a edificar nuestras ruinas», así dice Yahveh Sebaot: Ellos edificarán, mas yo demoleré, y se les llamará: «Territorio de impiedad», y «Pueblo contra el que Yahveh está irritado para siempre». (Malaquías 1, 4)


“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina