Encontrados 17 resultados para: honrado
Respondió Ajimélek al rey: «¿Y quién, entre todos tus servidores, es como David, el fiel, el yerno del rey y el jefe de tu guardia personal y honrado en tu propia casa? (I Samuel 22, 14)
y me haré más vil todavía; seré vil a tus ojos pero seré honrado ante las criadas de que hablas. (II Samuel 6, 22)
Dijo Salomón: «Si es hombre honrado, no caerá en tierra ni uno de sus cabellos, pero si se halla maldad en él, morirá.» (I Reyes 1, 52)
Le dijo Tobit: «Seas venido sano y salvo, hermano; y no lleves a mal, hermano, mi deseo de conocer con certeza tu nombre y familia. Resulta ahora que eres de mi parentela y que perteneces a un linaje bueno y honrado. He conocido a Ananías y a Natán, los dos hijos del gran Semeías; ellos iban conmigo a Jerusalén y conmigo adoraban allí, sin desviarse del buen camino. Tus hermanos son hombres de bien; de buen linaje procedes. ¡El gozo sea contigo!» (Tobías 5, 14)
Ragüel se puso en pie de un salto, le besó, lloró y le dijo: «¡Bendito seas, hijo! Tienes un padre honrado y bueno. ¡Qué gran desgracia, haberse quedado ciego un hombre tan justo y tan limosnero!» Y echándose al cuello de su hermano Tobías, rompió a llorar. (Tobías 7, 6)
Levantándose de madrugada, partieron juntos para la boda y llegados a casa de Ragüel encontraron a Tobías puesto a la mesa. Y como se levantara a toda prisa para saludarle, Gabael rompió a llorar y le bendijo diciendo: «¡Hombre bueno y honrado, hijo de un hombre honrado y bueno, justo y limosnero! Que el Señor te conceda las bendiciones del cielo a ti, a tu mujer, al padre y a la madre de tu mujer. ¡Bendito sea Dios, que me ha permitido ver un vivo retrato de mi primo Tobit!» (Tobías 9, 6)
Murió, honrado, a la edad de 117 años. (Tobías 14, 14)
porque hemos honrado a sus dioses. ¡Justo eres, Señor! (Ester 14, 7)
El que vigila una higuera come de su fruto, el que guarda a su señor será honrado. (Proverbios 27, 18)
El pobre es honrado por su saber, y el rico lo es por su riqueza. (Eclesiástico 10, 30)
Dice el Señor: Por cuanto ese pueblo se me ha allegado con su boca, y me han honrado con sus labios, mientras que su corazón está lejos de mí, y el temor que me tiene son preceptos enseñados por hombres, (Isaías 29, 13)
No me has traído tus ovejas en holocausto ni me has honrado con tus sacrificios. No te obligué yo a servirme con oblación ni te he fatigado a causa del incienso. (Isaías 43, 23)