Encontrados 27 resultados para: bajan

  • Pero si Yahveh obra algo portentoso, si la tierra abre su boca y los traga con todo lo que les pertenece, y bajan vivos al seol, sabréis que esos hombres han rechazado a Yahveh. (Números 16, 30)

  • Llegarás después a Guibeá de Dios (donde se encuentra el gobernador de los filisteos) y a la entrada de la ciudad tropezarás con un grupo de profetas que bajan del alto, precedidos del añafil, el adufe, la flauta y la cítara, en trance profético. (I Samuel 10, 5)

  • Absalón huyó. El joven que estaba de centinela levantó la vista y vio multitud que venía por el camino de Bajurim, a la bajada, y fue a avisar el rey: «He visto algunos hombres que bajan por el camino de Bajurim, por la ladera de la montaña.» (II Samuel 13, 34)

  • El hombre de Dios envió a decir al rey de Israel: «Ten cuidado de esa plaza, porque los arameos bajan contra ella.» (II Reyes 6, 9)

  • La puerta de la Fuente la reparó Sallum, hijo de Kol Jozé, jefe del distrito de Mispá: la construyó, la cubrió y fijó sus hojas, barras y goznes. También restauró el muro de la alberca del canal, que está junto al huerto del rey, hasta las escaleras que bajan de la Ciudad de David. (Nehemías 3, 15)

  • Ante él solo se postrarán todos los poderosos de la tierra, ante él se doblarán cuantos bajan al polvo. Y para aquél que ya no viva, (Salmos 22, 30)

  • De David. Hacia ti clamo, Yahveh, roca mía, no estés mudo ante mí; no sea yo, ante tu silencio, igual que los que bajan a la fosa. (Salmos 28, 1)

  • Tú has sacado, Yahveh, mi alma del seol, me has recobrado de entre los que bajan a la fosa. (Salmos 30, 4)

  • contado entre los que bajan a la fosa, soy como un hombre acabado: (Salmos 88, 5)

  • No alaban los muertos a Yahveh, ni ninguno de los que bajan al Silencio; (Salmos 115, 17)

  • ¡Oh, pronto, respóndeme, Yahveh, el aliento me falta; no escondas lejos de mí tu rostro, pues sería yo como los que bajan a la fosa! (Salmos 143, 7)

  • devorémoslos vivos como el seol, enteros como los que bajan a la fosa!; (Proverbios 1, 12)


“A prática das bem-aventuranças não requer atos de heroísmo, mas a aceitação simples e humilde das várias provações pelas quais a pessoa passa.” São Padre Pio de Pietrelcina