Encontrados 957 resultados para: Sea

  • Oyeron luego el ruido de los pasos de Yahveh Dios que se paseaba por el jardín a la hora de la brisa, y el hombre y su mujer se ocultaron de la vista de Yahveh Dios por entre los árboles del jardín. (Génesis 3, 8)

  • Entonces Yahveh Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho esto, maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Sobre tu vientre caminarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. (Génesis 3, 14)

  • A la mujer le dijo: «Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con dolor parirás los hijos. Hacia tu marido irá tu apetencia, y él te dominará. (Génesis 3, 16)

  • Al hombre le dijo: «Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que yo te había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida. (Génesis 3, 17)

  • Pues bien: maldito seas, lejos de este suelo que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. (Génesis 4, 11)

  • Entonces dijo Yahveh: «No permanecerá para siempre mi espíritu en el hombre, porque no es más que carne; que sus días sean 120 años.» (Génesis 6, 3)

  • Saca contigo todos los animales de toda especie que te acompañan, aves, ganados y todas las sierpes que reptan sobre la tierra. Que pululen sobre la tierra y sean fecundos y se multipliquen sobre la tierra.» (Génesis 8, 17)

  • dijo: «¡Maldito sea Canaán! ¡Siervo de siervos sea para sus hermanos!» (Génesis 9, 25)

  • Y dijo: «¡Bendito sea Yahveh, el Dios de Sem, y sea Canaán esclavo suyo! (Génesis 9, 26)

  • ¡Haga Dios dilatado a Jafet; habite en las tiendas de Sem, y sea Canaán esclavo suyo!» (Génesis 9, 27)

  • que éstos hicieron guerra a Berá, rey de Sodoma, a Birsá, rey de Gomorra, a Sinab, rey de Admá, a Semeber, rey de Seboyim, al rey de Belá (o sea, Soar). (Génesis 14, 2)

  • De vuelta, llegaron a En Mispat (o sea, Cadés), y batieron todo el territoria de los amalecitas, y también a los amorreos que habitaban en Jasesón Tamar. (Génesis 14, 7)


“Que Jesus o mergulhe no esplendor da Sua imortal juventude.” São Padre Pio de Pietrelcina