Encontrados 221 resultados para: �Puede

  • Haré tu descendencia como el polvo de la tierra: tal que si alguien puede contar el polvo de la tierra, también podrá contar tu descendencia. (Génesis 13, 16)

  • Que fuiste tú quien dijiste: "Yo seré bueno de veras contigo y haré tu descendencia como la arena del mar, que no se puede contar de tanta como hay."» (Génesis 32, 13)

  • puede levantarse y andar por la calle, apoyado en su bastón, el que le hirió quedará exculpado, pero pagará el tiempo perdido y los gastos de la curación completa. (Exodo 21, 19)

  • Y añadió: «Pero mi rostro no podrás verlo; porque no puede verme el hombre y seguir viviendo.» (Exodo 33, 20)

  • Luego apartaré mi mano, para que veas mis espaldas; pero mi rostro no se puede ver.» (Exodo 33, 23)

  • o bien, uno toca cualquiera de las inmundicias humanas con que puede contaminarse, sin darse cuenta; y, saberlo, se hace culpable; (Levítico 5, 3)

  • para que hagáis distinción entre lo impuro y lo puro, entre el animal que puede comerse y el que no puede comerse. (Levítico 11, 47)

  • una hermana virgen, que viva con él y no haya sido desposada aún; por ella puede hacerse impuro. (Levítico 21, 3)

  • ni se acercará a ningún cadáver; ni siquiera por su padre o por su madre puede hacerse impuro. (Levítico 21, 11)

  • Ningún descendiente de Aarón que tenga defecto corporal puede acercarse a ofrecer los manjares que se abrasan en honor de Yahveh. Tiene defecto; no se acercará a ofrecer los manjares que se abrasan en honor de Yahveh. Tiene defecto; no se acercará a ofrecer el alimento de su Dios. (Levítico 21, 21)

  • La tierra no puede venderse para siempre, porque la tierra es mía, ya que vosotros sois para mí como forasteros y huéspedes. (Levítico 25, 23)

  • Si uno es tan pobre que no puede pagar esta valoración, presentará la persona al sacerdote, el cual estimará su valor; el sacerdote la valuará en proporción a los recursos del oferente. (Levítico 27, 8)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina