Encontrados 35 resultados para: viejo

  • Por eso, ella rió en su interior, pensando: "Con lo vieja que soy, ¿volveré a experimentar el placer? Además, ¡mi marido es tan viejo!". (Génesis 18, 12)

  • Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, se agolparon alrededor de la casa. Estaba la población en pleno, sin excepción alguna, desde el más joven hasta el más viejo. (Génesis 19, 4)

  • Entonces la mayor dijo a la menor: "Nuestro padre está viejo y no hay ningún hombre en el país para que se una con nosotras como lo hace todo el mundo. (Génesis 19, 31)

  • "Como ves, continuó diciendo Isaac, yo estoy viejo y puedo morir en cualquier momento. (Génesis 27, 2)

  • Comerán grano viejo largamente almacenado, y tendrán que tirar el grano viejo para dar lugar al nuevo. (Levítico 26, 10)

  • convocó a todo Israel, a sus ancianos, a sus jefes, a sus jueces y a sus escribas, y les dijo: "Yo estoy viejo; ya tengo muchos años. (Josué 23, 2)

  • Elí era ya muy viejo, y oyó hablar de todo lo que hacían sus hijos a Israel, y cómo se acostaban con las mujeres que prestaban servicio a la entrada de la Carpa del Encuentro. (I Samuel 2, 22)

  • Apenas el hombre mencionó el Arca de Dios, Elí cayó de su silla hacia atrás, al lado de la puerta; así se rompió la nunca y murió, porque era viejo y pesado. Había juzgado a Israel durante cuarenta años. (I Samuel 4, 18)

  • "Tú ya eres viejo, le dijeron, y tus hijos no siguen tus pasos. Ahora danos un rey para que nos gobierne, como lo tienen todas las naciones". (I Samuel 8, 5)

  • Ahora, ahí tienen al rey que marcha al frente de ustedes. En cuanto a mí, ya estoy viejo y lleno de canas, y ahí están mis hijos, como unos más entre ustedes. Yo estuve al frente de ustedes desde mi juventud hasta el día de hoy. (I Samuel 12, 2)

  • David era hijo de aquel Efrateo de Belén de Judá, llamado Jesé, que tenía ocho hijos. En tiempos de Saúl, Jesé era ya un hombre viejo, de edad avanzada, (I Samuel 17, 12)

  • ‘La maldad engendra maldad’, dice el viejo refrán. Pero yo no alzaré mi mano contra ti. (I Samuel 24, 14)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina