Encontrados 13 resultados para: sorprendido

  • Si el ladrón, sorprendido en el momento de forzar una casa, es herido de muerte, no hay delito de homicidio. (Exodo 22, 1)

  • El que sea sorprendido en posesión de los objetos condenados al exterminio, será quemado con todos sus bienes porque ha quebrantado la alianza del Señor y ha cometido una infamia en Israel". (Josué 7, 15)

  • Él les dijo: "El Señor es testigo contra ustedes, y también su ungido es testigo en este día, de que nunca me han sorprendido con nada en la mano". Ellos le dijeron: "¡Sí, es testigo!". (I Samuel 12, 5)

  • Entonces los jefes filisteos preguntaron: "¿Qué hacen aquí esos hebreos?". Aquís les respondió: "¿No ven que es David, el servidor de Saúl, rey de Israel? Ya hace uno o dos años que está conmigo, y no lo he sorprendido en ninguna falla, desde que se pasó a mi servicio hasta el día de hoy". (I Samuel 29, 3)

  • Entonces Aquís llamó a David y le dijo: "¡Por la vida del Señor, tú eres un hombre derecho! Me gusta verte actuar conmigo en el ejército, porque no te he sorprendido en nada malo, desde que te presentaste a mí hasta el día de hoy. Pero tú no eres persona grata a los príncipes. (I Samuel 29, 6)

  • David dijo a Aquís: "¿Qué he hecho? ¿Has sorprendido a tu servidor en alguna falla, desde que entré a tu servicio hasta hoy, para que no pueda ir a combatir contra los enemigos de mi señor, el rey?". (I Samuel 29, 8)

  • El rey dijo: "Si se comporta como un hombre de bien, ni uno solo de sus cabellos caerá por tierra; pero si es sorprendido en falta, morirá". (I Reyes 1, 52)

  • Ajab respondió a Elías: "¡Me has sorprendido, enemigo mío!". "Sí, repuso Elías, te he sorprendido, porque te has prestado a hacer lo que es malo a los ojos del Señor. (I Reyes 21, 20)

  • Ya fuera labrador o pastor, o trabajara en lugares solitarios, al ser sorprendido, tenía que soportar la ineludible necesidad, (Sabiduría 17, 17)

  • Como se turba un ladrón al ser sorprendido, así quedarán turbados los de la casa de Israel, ellos, sus reyes y sus príncipes, sus sacerdotes y sus profetas, (Jeremías 2, 26)

  • Hasta en los bordes de tu vestido se encuentra sangre de gente pobre, inocente, que tú no habías sorprendido perforando una pared. Y a pesar de todo esto, (Jeremías 2, 34)

  • ¿Acaso no te reías de Israel? ¿Lo han sorprendido entre ladrones, para que siempre que hables de él sacudas la cabeza? (Jeremías 48, 27)


“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina