Encontrados 45 resultados para: sentó
Y como veía que Selá ya era grande, y sin embargo, no se lo habían dado como esposo, se quitó su ropa de viuda, se cubrió con un velo para no ser reconocida, y se sentó a la entrada de Enaim, sobre el camino a Timná. (Génesis 38, 14)
y se hizo anunciar a su padre: "Tu hijo José ha venido a verte". Israel, haciendo un esfuerzo, se sentó en su lecho, (Génesis 48, 2)
En efecto, el Faraón se enteró de lo sucedido, y buscó a Moisés para matarlo. Pero este huyó del Faraón, y llegó al país de Madián. Allí se sentó junto a un pozo. (Exodo 2, 15)
Como Moisés tenía los brazos muy cansados, ellos tomaron una piedra y la pusieron donde él estaba. Moisés se sentó sobre la piedra, mientras Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. Así sus brazos se mantuvieron firmes hasta la puesta del sol. (Exodo 17, 12)
Al día siguiente, Moisés se sentó para juzgar los asuntos que le presentaba el pueblo, mientras la gente permanecía de pie junto a él, de la mañana a la noche. (Exodo 18, 13)
Y a la mañana siguiente, bien temprano, ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión. Luego el pueblo se sentó a comer y a beber, y después se levantó para divertirse. (Exodo 32, 6)
A la hora de la comida, Booz le dijo: "Acércate aquí; come de este pan y moja tu bocado en el vinagre". Rut se sentó al lado de los cosechadores y él le ofreció un puñado de grano tostado. Ella comió hasta quedar saciada y aún le sobró. (Rut 2, 14)
Booz subió hasta la puerta de la ciudad y se sentó allí. Cuando pasó por ese lugar el pariente del que había hablado antes, le dijo: "Amigo, acércate y siéntate aquí". El hombre se acercó y se sentó. (Rut 4, 1)
David se escondió en el descampado. Al llegar la luna nueva, el rey se sentó a la mesa para comer. (I Samuel 20, 24)
Como lo hacía habitualmente, ocupó su asiento contra la pared, Jonatán se puso enfrente y Abner se sentó al lado de Saúl; pero el puesto de David quedó vacío. (I Samuel 20, 25)
Pero él rehusó, diciendo: "¡No comeré!". Sus servidores, y también la mujer, le insistieron, y al fin Saúl les hizo caso; se levantó del suelo y se sentó en el catre. (I Samuel 28, 23)
Salomón se sentó en el trono de su padre David, y su realeza quedó firmemente afianzada. (I Reyes 2, 12)