Encontrados 54 resultados para: salvar
Después que lo sacaron, uno de ellos dijo: "Huye, si quieres salvar la vida. No mires hacia atrás, ni te detengas en ningún lugar de la región baja. Escapa a las montañas, para no ser aniquilado". (Génesis 19, 17)
Al tercer día, José les dijo: "Si quieren salvar la vida, hagan lo que les digo, porque yo soy un hombre temeroso de Dios. (Génesis 42, 18)
El designio de Dios ha transformado en bien el mal que ustedes pensaron hacerme, a fin de cumplir lo que hoy se realiza: salvar la vida a un pueblo numeroso. (Génesis 50, 20)
Gedeón le respondió: "Perdón, Señor, pero ¿cómo voy a salvar yo a Israel, si mi clan es el más humilde de Manasés y yo soy el más joven en la casa de mi padre?". (Jueces 6, 15)
Gedeón dijo a Dios: "Si realmente vas a salvar a Israel por mi intermedio, como lo has prometido, concédeme esto: (Jueces 6, 36)
El Señor dijo a Gedeón: "Yo los voy a salvar con estos trescientos hombres y pondré a Madián en tus manos. Que el grueso de la tropa regrese cada uno a su casa". (Jueces 7, 7)
Después de Abimélec, surgió Tolá, hijo de Puá, hijo de Dodó, para salvar a Israel. Era de Isacar, pero vivía en Samir, en la montaña de Efraím. (Jueces 10, 1)
Porque concebirás y darás a luz un hijo. La navaja nunca pasará por su cabeza, porque el niño estará consagrado a Dios desde el seno materno. Él comenzará a salvar a Israel del poder de los filisteos". (Jueces 13, 5)
Él tuvo miedo, y partió en seguida para salvar su vida. Llegó a Berseba de Judá y dejó allí a su sirviente. (I Reyes 19, 3)
Así, a la hora del crepúsculo, habían emprendido la huida, abandonando carpas, caballos y asnos, y el campamento tal como estaba; se habían dado a la fuga para salvar sus vidas. (II Reyes 7, 7)
Entonces la ira del Señor se encendió contra Amasías y le envió un profeta para decirle: "¿Por qué has buscado a los dioses de esa gente, que no han podido salvar a su pueblo de tus manos?". (II Crónicas 25, 15)
Ustedes saben muy bien lo que hemos hecho, yo y mis padres, a todos los pueblos de las diversas regiones. ¿Acaso los dioses de esas naciones pudieron salvar a sus países de mis manos? (II Crónicas 32, 13)
