Encontrados 29 resultados para: salario

  • este le dijo: "¿Acaso porque eres pariente mío me vas a servir gratuitamente? Indícame cuál debe ser tu salario". (Génesis 29, 15)

  • Por eso, siguió diciendo, fíjame tú mismo el salario que debo pagarte". (Génesis 30, 28)

  • Revisa hoy mismo todo tu rebaño, y aparta de él todas las ovejas negras y todas las cabras moteadas o manchadas. Ese será mi salario. (Génesis 30, 32)

  • Sin embargo, él se ha burlado de mí y ha cambiado diez veces mi salario. Pero Dios no le ha permitido que me hiciera ningún mal. (Génesis 31, 7)

  • Si él establecía: ‘Los animales manchados serán tu salario’, todo el rebaño tenía crías manchadas; y si él decía: ‘Los animales rayados serán tu paga’, todo el rebaño tenía crías rayadas. (Génesis 31, 8)

  • De los veinte años que pasé en tu casa, catorce trabajé por tus dos hijas, y seis por tu rebaño, y tú me cambiaste el salario diez veces. (Génesis 31, 41)

  • No oprimirás a tu prójimo ni lo despojarás; y no retendrás hasta la mañana siguiente el salario del jornalero. (Levítico 19, 13)

  • Que no te resulte penoso dejarlo en libertad, porque el servicio que te prestó durante seis años vale el doble del salario de un jornalero. Entonces el Señor te bendecirá en todas tus empresas. (Deuteronomio 15, 18)

  • No llevarás a la Casa del Señor, tu Dios, la paga de una prostituta ni el salario de un perro, cualquiera sea el voto que hayas hecho: porque ambos son una abominación para el Señor, tu Dios. (Deuteronomio 23, 19)

  • Ahora, ordena que corten para mí cedros en el Líbano; mis servidores trabajarán con los tuyos, y yo te entregaré como salario de tus servidores todo lo que tú digas. Porque sabes bien que no hay nadie que sepa cortar árboles como los sidonios". (I Reyes 5, 20)

  • No retengas hasta el día siguiente el salario de un trabajador; retribúyele inmediatamente y, si sirves a Dios, él te lo retribuirá. Hijo mío, vigila todas tus acciones y muéstrate siempre bien educado. (Tobías 4, 14)

  • El salario del justo lleva a la vida, la renta del impío, al pecado. (Proverbios 10, 16)


“Há duas razões principais para se orar com muita satisfação: primeiro para render a Deus a honra e a glória que Lhe são devidas. Segundo, para falar com São Padre Pio de Pietrelcina