Encontrados 13 resultados para: rueda

  • Pero una mujer le arrojó una rueda de molino sobre la cabeza y le partió el cráneo. (Jueces 9, 53)

  • Las cuatro ruedas estaban debajo de los paneles, y los ejes de las ruedas estaban unidos a los soportes. La altura de cada rueda era de setenta y cinco centímetros. (I Reyes 7, 32)

  • Las ruedas estaban hechas como una rueda de carro. Sus ejes, sus llantas, sus rayos y sus cubos eran todos de metal fundido. (I Reyes 7, 33)

  • Un rey sabio discierne a los malvados y hace girar la rueda sobre ellos. (Proverbios 20, 26)

  • Los sentimientos del necio son una rueda de carro y su conversación, como un eje que da vueltas. (Eclesiástico 33, 5)

  • El hinojo no se trilla con el rastrillo, no se pasa sobre el comino la rueda del carro: el hinojo se golpea con la vara y el comino con el bastón. (Isaías 28, 27)

  • ¿Se tritura el grano? No, no se lo trilla indefinidamente; se hace girar la rueda del carro, se lo machaca, pero no se lo tritura. (Isaías 28, 28)

  • Yo miré a los seres vivientes, y vi que en el suelo, al lado de cada uno de ellos, había una rueda. (Ezequiel 1, 15)

  • El aspecto de las ruedas era brillante como el topacio y las cuatro tenían la misma forma. En cuanto a su estructura, era como si una rueda estuviera metida dentro de otra. (Ezequiel 1, 16)

  • Cuando el Señor ordenó al hombre vestido de lino que tomara fuego de en medio del círculo, entre los querubines, el hombre avanzó y se detuvo al lado de la rueda. (Ezequiel 10, 6)

  • En cuanto a su aspecto, las cuatro tenían la misma forma, y era como si una rueda estuviera metida dentro de otra. (Ezequiel 10, 10)

  • Y un Ángel poderoso tomó una piedra del tamaño de una rueda de molino y la arrojó al mar, diciendo: «Así, de golpe, será arrojada Babilonia, la gran Ciudad, y nunca más se la verá». (Apocalipsis 18, 21)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina