Encontrados 13 resultados para: revivir

  • Eliseo dijo a la madre del niño que él había hecho revivir: "Parte ahora mismo con toda tu familia, y emigra adonde puedas, porque el Señor ha llamado al hambre, y ya viene al país por siete años". (II Reyes 8, 1)

  • Y mientras le estaba contando al rey cómo Eliseo había hecho revivir a un muerto, la madre del niño que él había hecho revivir vino a reclamar al rey su casa y su campo. Guejazí dijo entonces: "¡Rey, señor mío, esta es la mujer y aquí está el hijo que Eliseo hizo revivir!". (II Reyes 8, 5)

  • y dijo delante de sus hermanos y de las tropas de Samaría: "¿Qué pretenden hacer esos judíos incapaces? ¿Piensan acaso reconstruir, ofrecer sacrificios, terminar en un día? ¿Harán revivir esas piedras extraídas de un montón de escombros y todas calcinadas?". (Nehemías 3, 34)

  • - Un hombre, una vez muerto, ¿podrá revivir?-. Entonces yo esperaría, todos los días de mi servicio, hasta que llegue mi relevo: (Job 14, 14)

  • Tú, Señor, me levantaste del Abismo y me hiciste revivir, cuando estaba entre los que bajan al sepulcro. (Salmos 30, 4)

  • Los que el Señor protege, vivirán, y su espíritu animará todo lo que hay en ellos: tú me restablecerás y me harás revivir. (Isaías 38, 16)

  • El Señor me dijo: "Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos?". Yo respondí: "Tú lo sabes, Señor". (Ezequiel 37, 3)

  • Después de dos días nos hará revivir, al tercer día nos levantará, y viviremos en su presencia. (Oseas 6, 2)

  • Volverán a sentarse a mi sombra, harán revivir el trigo, florecerán como la viña, y su renombre será como el del vino del Líbano. (Oseas 14, 8)

  • ¡Señor, yo he oído tu renombre! ¡He visto tu obra, Señor ! ¡En el curso de los años, hazla revivir, en el curso de los años, manifiéstala; pero en la conmoción, acuérdate de tener piedad! (Habacuc 3, 2)

  • precisamente cuando estábamos muertos a causa de nuestros pecados, nos hizo revivir con Cristo -¡ustedes han sido salvados gratuitamente!- (Efesios 2, 5)

  • Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados y de la incircuncisión de su carne, pero Cristo los hizo revivir con él, perdonando todas nuestras faltas. (Colosenses 2, 13)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina