Encontrados 26 resultados para: quemar

  • Si queda para el día siguiente algo de carne o de pan, deberás quemar ese resto. Nadie lo comerá, porque es una cosa santa. (Exodo 29, 34)

  • También harás un altar para quemar el incienso. Lo harás de madera de acacia, (Exodo 30, 1)

  • Todas las mañanas, al preparar las lámparas, Aarón deberá quemar en él incienso aromático; (Exodo 30, 7)

  • Después la vaca será quemada a la vista de él: se deberá quemar el cuero, la carne, la sangre, e incluso los excrementos. (Números 19, 5)

  • No obres de esa manera con el Señor, tu Dios. Porque él considera abominable y detesta todo lo que ellas hacen para honrar a sus dioses, ya que llegan incluso a quemar a sus hijos y a sus hijas en homenaje a esos dioses. (Deuteronomio 12, 31)

  • Y si el hombre le decía: "Primero hay que quemar la grasa; después, llévate lo que quieras", el servidor replicaba: "No, o me la das ahora mismo, o me la llevo por la fuerza". (I Samuel 2, 16)

  • Elegí a tu padre entre todas las tribus de Israel, para que fuera mi sacerdote y subiera a mi altar, para que hiciera arder el incienso y llevara el efod en mi presencia. Y asigné a la familia de tu padre todas las ofrendas que hacen quemar los israelitas. (I Samuel 2, 28)

  • El día quince del octavo mes -fecha que había elegido arbitrariamente- subió al altar que había levantado en Betel. Así celebró una fiesta para los israelitas, y subió al altar para quemar incienso. (I Reyes 12, 33)

  • Un hombre de Dios vino de Judá a Betel, por orden del Señor, mientras Jeroboám estaba de pie junto al altar para quemar incienso. (I Reyes 13, 1)

  • Suprimió a los sacerdotes que habían establecido los reyes de Judá para quemar incienso en los lugares altos, en las ciudades de Judá y en los alrededores de Jerusalén, y a los que quemaban incienso a Baal, al sol, a la luna, a los signos del zodíaco y a todo el Ejército de los cielos. (II Reyes 23, 5)

  • Los hijos de Amram fueron Aarón y Moisés. Aarón fue separado, junto con sus hijos, para consagrar perpetuamente las cosas santísimas, para quemar incienso delante del Señor, y para servirlo y bendecir en su Nombre eternamente. (I Crónicas 23, 13)

  • Ahora yo voy a construir una Casa para el nombre del Señor, mi Dios, y voy a consagrarla a él para quemar incienso aromático en su presencia, para presentar las ofrendas dispuestas continuamente, y para ofrecer los holocaustos de la mañana y de la tarde, de los sábados, los novilunios y las solemnidades del Señor, nuestro Dios, y eso para siempre en Israel. (II Crónicas 2, 3)


“Sigamos o caminho que nos conduz a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina