Encontrados 72 resultados para: mirada

  • Lot dirigió una mirada a su alrededor, y vio que toda la región baja del Jordán, hasta llegar a Soar, estaba tan bien regada como el Jardín del Señor o como la tierra de Egipto. Esto era antes que el Señor destruyera a Sodoma y Gomorra. (Génesis 13, 10)

  • Cuando dirigió su mirada hacia Sodoma, Gomorra y toda la extensión de la región baja, vio un humo que subía de la tierra, como el humo de un horno. (Génesis 19, 28)

  • Lía tenía una mirada tierna, pero Raquel tenía una linda silueta y era muy hermosa. (Génesis 29, 17)

  • Luego dirigió una mirada a su alrededor, y al ver a las mujeres y a los niños, preguntó: "¿Quiénes son estos que están contigo?". "Son los hijos que Dios ha concedido a tu servidor", respondió Jacob. (Génesis 33, 5)

  • Entonces dirigió una mirada a su alrededor, y como no divisó a nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. (Exodo 2, 12)

  • Entonces dirigió su mirada hacia los israelitas y los tuvo en cuenta. (Exodo 2, 25)

  • les dijeron: "Que el Señor fije su mirada en ustedes y juzgue. Porque nos han hecho odiosos al Faraón y a sus servidores, y han puesto en sus manos una espada para que nos maten". (Exodo 5, 21)

  • Mientras Aarón les estaba hablando, ellos volvieron su mirada hacia el desierto, y la gloria del Señor se apareció en la nube. (Exodo 16, 10)

  • Siempre que Moisés se dirigía hacia la Carpa, todo el pueblo se levantaba, se apostaba a la entrada de su propia carpa y seguía con la mirada a Moisés hasta que él entraba en ella. (Exodo 33, 8)

  • y pronunció su poema, diciendo: "Oráculo de Balaam, hijo de Beor, oráculo del hombre de mirada penetrante; (Números 24, 3)

  • Entonces pronunció su poema, diciendo: "Oráculo de Balaam, hijo de Beor, oráculo del hombre de mirada penetrante; (Números 24, 15)

  • Sube a la cima del Pisgá y extiende tu mirada hacia el oeste y el norte, hacia el sur y el este, y contempla esa tierra, porque tú no cruzarás el Jordán. (Deuteronomio 3, 27)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina