Encontrados 17 resultados para: llover

  • aún no había ningún arbusto del campo sobre la tierra ni había brotado ninguna hierba, porque el Señor Dios no había hecho llover sobre la tierra. Tampoco había ningún hombre para cultivar el suelo, (Génesis 2, 5)

  • Porque dentro de siete días haré llover durante cuarenta días y cuarenta noches, y eliminaré de la superficie de la tierra a todos los seres que hice". (Génesis 7, 4)

  • Entonces el Señor hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego que descendían del cielo. (Génesis 19, 24)

  • Moisés extendió su bastón hacia el cielo, y el Señor envió truenos y granizo. Cayeron rayos sobre la tierra, y el Señor hizo llover granizo sobre Egipto. (Exodo 9, 23)

  • Porque así habla el Señor, el Dios de Israel: El tarro de harina no se agotará ni el frasco de aceite se vaciará, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la superficie del suelo". (I Reyes 17, 14)

  • El cielo se oscureció cada vez más por las nubes y el viento, y empezó a llover copiosamente. Ajab subió a su carro y partió para Izreel. (I Reyes 18, 45)

  • Mientras él llena su vientre, Dios descarga el ardor de su ira y hace llover el fuego de su enojo sobre él. (Job 20, 23)

  • para hacer llover sobre una tierra despoblada, sobre un desierto donde ningún hombre habita, (Job 38, 26)

  • Que él haga llover brasas y azufre sobre los impíos, y les toque en suerte un viento abrasador. (Salmos 11, 6)

  • hizo llover sobre ellos el maná, les dio como alimento un trigo celestial; (Salmos 78, 24)

  • hizo llover sobre ellos carne como polvo y pájaros como arena del mar: (Salmos 78, 27)

  • El Señor la vio y la midió, hizo llover la ciencia y el conocimiento, y exaltó la gloria de los que la poseen. (Eclesiástico 1, 19)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina