Encontrados 25 resultados para: langostas

  • Porque si te niegas a dejarlo partir, mañana enviaré contra tu país una invasión de langostas. (Exodo 10, 4)

  • El Señor dijo a Moisés: "Extiende tu mano sobre el territorio de Egipto, para que las langostas invadan el país y devoren toda la vegetación que dejó el granizo". (Exodo 10, 12)

  • Moisés extendió su bastón sobre el territorio de Egipto, y el Señor envió sobre el país el viento del este, que sopló todo aquel día y toda la noche. Cuando llegó la mañana, el viento ya había traído las langostas. (Exodo 10, 13)

  • Las langostas invadieron todo el país y se abatieron sobre el territorio de Egipto en una cantidad tal, que nunca se había visto una invasión semejante, y nunca más volvería a verse. (Exodo 10, 14)

  • Entonces el Señor cambió la dirección del viento, que comenzó a soplar desde el oeste. Y lo hizo con tanta fuerza, que barrió con las langostas y las precipitó en el Mar Rojo. Así no quedó ni una sola langosta en el territorio de Egipto. (Exodo 10, 19)

  • o sea, todas las variedades de langostas y grillos. (Levítico 11, 22)

  • Vimos a los gigantes -los anaquitas son raza de gigantes-. Nosotros nos sentíamos como langostas delante de ellos, y esa es la impresión que debimos darles". (Números 13, 33)

  • porque subían con su ganado y sus tiendas de campaña, y eran numerosos como langostas. Tanto ellos como sus camellos eran incontables, y entraban en el país para devastarlo. (Jueces 6, 5)

  • Madián, Amalec y todos los Orientales que habían irrumpido en el valle eran numerosos como langostas, y sus camellos eran incontables, como la arena de la playa. (Jueces 7, 12)

  • Lo seguía una multitud numerosa como las langostas y como los granos de arena de la tierra: su número era incalculable. (Judit 2, 20)

  • Entregó sus cosechas al pulgón y el fruto de sus trabajos a las langostas; (Salmos 78, 46)

  • dio una orden, y vinieron langostas y pulgones en número incontable, (Salmos 105, 34)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina