Encontrados 11 resultados para: hayamos

  • Déjanos pasar por tu país. No cruzaremos por los campos ni por los viñedos, ni beberemos agua de los pozos. Iremos solamente por el camino principal, sin desviarnos ni a la derecha ni a la izquierda, hasta que hayamos atravesado tu territorio’". (Números 20, 17)

  • "Déjame pasar por tu país. No nos desviaremos hacia los campos o los viñedos, ni beberemos agua de los pozos. Iremos por el camino principal, hasta que hayamos atravesado tu territorio". (Números 21, 22)

  • Nosotros, en cambio, tomaremos las armas para ir a la vanguardia de los israelitas, hasta que los hayamos introducido en el lugar de su destino. Mientras tanto, nuestros hijos permanecerán en ciudades fortificadas, al resguardo de los habitantes del país. (Números 32, 17)

  • No te preocupes de que nos hayamos empobrecido. Tú tienes una riqueza muy grande si temes a Dios, si evitas cualquier pecado y si haces lo que agrada al Señor, tu Dios". (Tobías 4, 21)

  • Después tomarás la mitad de mis bienes y volverás sano y salvo a la casa de tu padre. Cuando mi mujer y yo hayamos muerto, también recibirás la otra mitad. ¡Ánimo, hijo mío! Yo soy tu padre y Edna es tu madre. Desde ahora y para siempre, estamos unidos a ti lo mismo que a tu hermano. ¡Ánimo, hijo mío!". (Tobías 8, 21)

  • ¡Y todo esto nos ha sobrevenido sin que nos hayamos olvidado de ti, sin que hayamos traicionado tu alianza! (Salmos 44, 18)

  • Y cuando hayamos reconquistado nuestro reino, te colmaremos a ti, a tu pueblo y al Santuario de tales honores, que tu gloria será conocida en toda la tierra". (I Macabeos 15, 9)

  • porque una vez que nos hayamos revestido de ella, ya no nos encontraremos desnudos. (II Corintios 5, 3)

  • De todas maneras, cualquiera sea el punto adonde hayamos llegado, sigamos por el mismo camino. (Filipenses 3, 16)

  • Queridos hermanos, aunque nos hayamos expresado de este modo, estamos convencidos de que ustedes se encuentran en la condición mejor, la que conduce a la salvación. (Hebreos 6, 9)

  • Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados. (I Juan 4, 10)


“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina