Encontrados 43 resultados para: habías

  • Inclínate desde tu santa morada, desde lo alto del cielo, y bendice a tu pueblo Israel y a la tierra que nos diste -esa tierra que mana leche y miel- como lo habías jurado a nuestros padres". (Deuteronomio 26, 15)

  • Sitiará a todas tus ciudades, hasta que se derrumben esas murallas altas e inaccesibles en que habías depositado tu confianza. Sí, él te sitiará en todas las ciudades que estén dentro de la tierra que el Señor, tu Dios, te da. (Deuteronomio 28, 52)

  • Hoy mismo, cuando te hayas alejado de mí, encontrarás a dos hombres cerca de la tumba de Raquel, en territorio de Benjamín, en Selsáj. Ellos te dirán: ‘Han hallado las asnas que habías ido a buscar. Ahora tu padre ya no piensa más en ese asunto, y está inquieto por ustedes, diciendo: ¿Qué puedo hacer por mi hijo?’. (I Samuel 10, 2)

  • Tú has cumplido, en favor de mi padre David, la promesa que le habías hecho, y hoy mismo has realizado con tu mano lo que había dicho tu boca. (I Reyes 8, 24)

  • Porque has temblado de rabia contra mí, y tu insolencia ha subido a mis oídos, pondré mi garfio en tus narices y mi bozal en tus labios, y te haré volver por el camino por donde habías venido. (II Reyes 19, 28)

  • Tú has cumplido, en favor de mi padre David, la promesa que le habías hecho, y hoy mismo has realizado con tu mano lo que había dicho tu boca. (II Crónicas 6, 15)

  • y este se lo llevó al rey, cuando fue a darle cuenta, diciendo: "Tus servidores hicieron todo lo que les habías encomendado: (II Crónicas 34, 16)

  • los que nos habías dado por medio de tus servidores, los profetas, diciendo: ‘La tierra en la que entrarán para tomar posesión de ella es una tierra manchada, manchada por gente del país, por las abominaciones con que la han llenado de un extremo al otro a causa de su impureza. (Esdras 9, 11)

  • Tú les diste pan del cielo para saciar su hambre, hiciste brotar agua de la roca para calmar su sed, y les mandaste ir a tomar posesión de la tierra que, con la mano en alto, habías jurado darles. (Nehemías 9, 15)

  • Se negaron a obedecer, sin acordarse de las maravillas que habías hecho por ellos; se obstinaron, empecinándose en volver a su servidumbre en Egipto. Pero tú eres el Dios del perdón, compasivo y misericordioso, lento para enojarte y lleno de fidelidad; por eso, no los has abandonado. (Nehemías 9, 17)

  • Multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo, y los introdujiste en la tierra que habías prometido a sus padres en posesión. (Nehemías 9, 23)

  • Sí, nuestros reyes, nuestros jefes, nuestros sacerdotes y nuestros padres no practicaron tu Ley, no hicieron caso de tus mandamientos ni de las advertencias que les habías hecho. (Nehemías 9, 34)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina