Encontrados 14 resultados para: ganados

  • Él te amará, te bendecirá y te multiplicará. Bendecirá el fruto de tu seno, el fruto de tu suelo -tu trigo, tu vino y tu aceite- y las crías de tus ganados y rebaños, en la tierra que él te dará, porque así lo juró a tus padres. (Deuteronomio 7, 13)

  • Solamente allí presentarán sus holocaustos y sacrificios, sus diezmos y sus dones, sus ofrendas votivas y voluntarias, y también las primicias de sus ganados y rebaños. (Deuteronomio 12, 6)

  • que estaban en Silo, en el país de Canaán, y les dijeron: "El Señor ordenó por medio de Moisés que se nos asignaran algunas ciudades, a fin de que residiéramos en ellas, y también sus campos de pastoreo para nuestros ganados". (Josué 21, 2)

  • Se dirigieron a la entrada de Guerar, hasta el oriente del valle, buscando pastos para sus ganados. (I Crónicas 4, 39)

  • Los que fueron mencionados por sus nombres, llegaron en tiempos de Ezequías, rey de Judá, y destruyeron los campamentos de los descendientes de Cam y los refugios que allí se encontraban, consagrándolos al exterminio total hasta el día de hoy. Allí se establecieron en lugar de ellos, porque había pasto para sus ganados. (I Crónicas 4, 41)

  • También se extendían hacia el oriente, hasta el borde del desierto que limita con el río Éufrates, porque sus ganados se habían multiplicado en la tierra de Galaad. (I Crónicas 5, 9)

  • Así lograron capturar sus ganados -cincuenta mil camellos, doscientas cincuenta mil ovejas, dos mil asnos- además de cien mil personas. (I Crónicas 5, 21)

  • el hijo de Tájat, Zabad; el hijo de Zabad, Sutélaj. A otros dos hijos de Efraím -Ezer y Ebad- los mataron los hombres de Gat, nativos del país, porque habían bajado a apoderarse de sus ganados. (I Crónicas 7, 21)

  • Era muy hermosa y de aspecto sumamente agradable. Su esposo Manasés le había dejado oro y plata, servidores y servidoras, ganados y campos, y ella había quedado como dueña de todo. (Judit 8, 7)

  • Porque como han empezado a faltarles los víveres y escasea el agua, decidieron echar mano a sus ganados y sustentarse con todo lo que Dios en sus leyes les ha prohibido comer. (Judit 11, 12)

  • todos los rebaños y ganados, y hasta los animales salvajes; (Salmos 8, 8)

  • con sus mujeres, sus hijos y sus ganados, porque la desgracia se había desencadenado sobre ellos. (I Macabeos 2, 30)


“Jesus vê, conhece e pesa todas as suas ações.” São Padre Pio de Pietrelcina