Encontrados 16 resultados para: entres

  • Cuando entres en el país que el Señor, tu Dios, te dará, cuando lo tomes en posesión y vivas en él, si alguna vez dices: "Voy a poner un rey para que me gobierne, como todas las naciones que están a mi alrededor", (Deuteronomio 17, 14)

  • Cuando entres en la tierra que el Señor, tu Dios, te dará, no aprendas a practicar las abominaciones que cometen esas naciones. (Deuteronomio 18, 9)

  • Si prestas algo a tu prójimo, no entres en su casa a retirar la prenda. (Deuteronomio 24, 10)

  • Cuando entres en la tierra que el Señor, tu Dios, te da en herencia, cuando tomes posesión de ella y te establezcas allí, (Deuteronomio 26, 1)

  • Después llegarás a Guibeá de Dios, donde está la guarnición filistea. Apenas entres en la ciudad, tropezarás con un grupo de profetas que bajan del lugar alto, precedidos de arpas, tamborines, flautas y cítaras, en estado de trance profético. (I Samuel 10, 5)

  • Pero eso sí, cuando entres en la habitación, toma una parte del hígado y del corazón del pez, y colócalos sobre el brasero de los perfumes. Entonces se extenderá el olor, y cuando el demonio lo huela, huirá y nunca más aparecerá a su lado. (Tobías 6, 17)

  • Por eso, señor, no entres en combate con ellos y no caerá ni uno solo de tu pueblo. (Judit 7, 11)

  • No entres en la senda de los malvados ni avances por el camino de los malos. (Proverbios 4, 14)

  • No entres en pleito con un hombre rico, no sea que oponga todo su peso contra ti: porque el oro fue la ruina de muchos e hizo desviar el corazón de los reyes. (Eclesiástico 8, 2)

  • No entres en pleito con un juez: en razón de su dignidad, fallarán a su favor. (Eclesiástico 8, 14)

  • Más aún, así habla el Señor: No entres en una casa donde hay un banquete fúnebre; no vayas a lamentarte ni te conduelas con ellos. Porque yo he retirado de este pueblo mi paz, la fidelidad y la compasión -oráculo del Señor-. (Jeremías 16, 5)

  • No entres en la casa donde hay un festejo, para sentarte a la mesa con ellos a comer y beber. (Jeremías 16, 8)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina