Encontrados 15 resultados para: debilidad

  • yo, a mi vez, los trataré de la misma manera: haré que el terror los domine -la debilidad y la fiebre que consumen los ojos y desgastan la vida-. En vano plantarán sus semillas, porque las comerán sus enemigos. (Levítico 26, 16)

  • Pero mientras ella hablaba, se desvaneció a causa de su debilidad. (Ester 15, 18)

  • me tienen acorralado; se levanta contra mí como testigo, mi debilidad me acusa en mi propia cara. (Job 16, 8)

  • Que nuestra fuerza sea la norma de la justicia, porque está visto que la debilidad no sirve para nada. (Sabiduría 2, 11)

  • Pero tuviste debilidad por las mujeres y dejaste que dominaran tu cuerpo. (Eclesiástico 47, 19)

  • Voy a hablarles de una manera humana, teniendo en cuenta la debilidad natural de ustedes. Si antes entregaron sus miembros, haciéndolos esclavos de la impureza y del desorden hasta llegar a sus excesos, pónganlos ahora al servicio de la justicia para alcanzar la santidad. (Romanos 6, 19)

  • Igualmente, el mismo Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad porque no sabemos orar como es debido; pero el Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables. (Romanos 8, 26)

  • Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fortaleza de los hombres. (I Corintios 1, 25)

  • Si alguien te ve a ti, que sabes cómo se debe obrar, sentado a la mesa en un templo pagano, ¿no se sentirá autorizado, a causa de la debilidad de su conciencia, a comer lo que ha sido sacrificado a los ídolos? (I Corintios 8, 10)

  • Si hay que gloriarse de algo, yo me gloriaré de mi debilidad. (II Corintios 11, 30)

  • pero él me respondió: «Te basta mi gracia, porque mi poder triunfa en la debilidad». Más bien, me gloriaré de todo corazón en mi debilidad, para que resida en mí el poder de Cristo. (II Corintios 12, 9)

  • Es cierto que él fue crucificado en razón de su debilidad, pero vive por el poder de Dios. Así también, nosotros participamos de su debilidad, pero viviremos con él por la fuerza de Dios, para actuar entre ustedes. (II Corintios 13, 4)


“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina