Encontrados 16 resultados para: centímetros

  • Tú harás un arca de madera de acacia, que deberá tener ciento veinticinco centímetros de largo por setenta y cinco de ancho y setenta y cinco de alto. (Exodo 25, 10)

  • También harás una tapa de oro puro, de ciento veinticinco centímetros de largo por setenta y cinco de ancho, (Exodo 25, 17)

  • Tú harás, además, una mesa de madera de acacia, de un metro de largo por medio metro de ancho y setenta y cinco centímetros de alto. (Exodo 25, 23)

  • y los cincuenta centímetros que sobran a lo largo de cada lado, colgarán sobre sus dos costados para cubrirla. (Exodo 26, 13)

  • Cada bastidor medirá cinco metros de largo por setenta y cinco centímetros de ancho, (Exodo 26, 16)

  • de cincuenta centímetros de largo por cincuenta de ancho, es decir, cuadrado. Tendrá un metro de alto. Sus cuernos formarán una sola pieza con él. (Exodo 30, 2)

  • Cada bastidor medía cinco metros de largo por setenta y cinco centímetros de ancho, (Exodo 36, 21)

  • Besalel hizo el arca de madera de acacia, de ciento veinticinco centímetros de largo por setenta y cinco de ancho y setenta y cinco de alto. (Exodo 37, 1)

  • Después le hizo una tapa de oro puro, de ciento veinticinco centímetros de largo por setenta y cinco de ancho. (Exodo 37, 6)

  • También hizo la mesa de madera de acacia, de un metro de largo por cincuenta centímetros de ancho y setenta y cinco de alto. (Exodo 37, 10)

  • También hizo el altar del incienso. Lo hizo de madera de acacia, de cincuenta centímetros de largo por cincuenta de ancho -es decir, cuadrado- y un metro de alto. Sus cuernos formaban una sola pieza con él. (Exodo 37, 25)

  • La abertura para los recipientes estaba dentro de un círculo en forma de corona, que sobresalía medio metro; la abertura era redonda, hecha en forma de zócalo, y medía setenta y cinco centímetros. También el borde de la abertura estaba adornado con figuras esculpidas. Sus paneles eran cuadrados, no redondos. (I Reyes 7, 31)


“Devo fazer somente a vontade de Deus e, se lhe agrado, o restante não conta.” São Padre Pio de Pietrelcina