Encontrados 66 resultados para: carga

  • Luego se sentaron a comer. De pronto, alzaron la vista y divisaron una caravana de ismaelitas que venían de Galaad, transportando en sus camellos una carga de goma tragacanto, bálsamo y mirra, que llevaban a Egipto. (Génesis 37, 25)

  • Al ver que el lugar de reposo es bueno y el país muy agradable, doblega sus espaldas a la carga y se somete a un trabajo servil. (Génesis 49, 15)

  • Ellos administrarán justicia al pueblo permanentemente. Si hay algún caso difícil, que te lo traigan a ti, pero que juzguen por sí mismos los casos de menor importancia. De esa manera, se aliviará tu carga, y ellos la compartirán contigo. (Exodo 18, 22)

  • Si ves al asno del que te aborrece, caído bajo el peso de su carga, no lo dejarás abandonado; más aún, acudirás a auxiliarlo junto con su dueño. (Exodo 23, 5)

  • Si una persona peca por cualquiera de estos motivos: Cuando oye la fórmula imprecatoria del juez, se niega a prestar declaración -pudiendo atestiguar, porque ha presenciado el hecho o tiene algún conocimiento de él- y por eso carga sobre sí una culpa; (Levítico 5, 1)

  • Por eso, para que puedan vivir y no mueran cuando se acerquen a los objetos más santos, procedan con los quehatitas de la siguiente manera: vendrán Aarón y sus hijos, y asignarán a cada uno de ellos su oficio y su carga; (Números 4, 19)

  • Los gersonitas harán su trabajo bajo las órdenes de Aarón y de sus hijos, tanto lo que se refiere al transporte cuanto al servicio: ustedes los harán responsables del cuidado de toda su carga. (Números 4, 27)

  • a presentar sus ofrendas delante del Señor, a saber, seis carros de carga y doce bueyes, un carro cada dos jefes y un buey por cada uno. Al presentarlos ante la Morada, (Números 7, 3)

  • A los quehatitas, en cambio, no les dio nada, porque ellos se ocupaban de los objetos más santos y tenían que llevar su carga al hombro. (Números 7, 9)

  • Apenas terminó de presentar el tributo, Ehúd despidió a la gente que había transportado la carga, (Jueces 3, 18)

  • Entonces le dijo: "Trae el manto que tienes puesto y sujétalo bien". Mientras ella lo sujetó, él midió media bolsa de cebada y puso la carga sobre sus hombros. Después, ella entró en la ciudad. (Rut 3, 15)

  • David se levantó de madrugada, dejó el rebaño al cuidado de un guardián y partió con su carga, como se lo había mandado Jesé. Cuando llegó al cerco del campamento, el ejército avanzaba en orden de batalla, lanzando el grito de guerra. (I Samuel 17, 20)


“A maior caridade é aquela que arranca as pessoas vencidas pelo demônio, a fim de ganhá-las para Cristo. E isso eu faço assiduamente, noite e dia.” São Padre Pio de Pietrelcina