Encontrados 17 resultados para: belleza

  • que trajeran a su presencia a la reina Vasti, luciendo la diadema real, para mostrar su belleza a la gente y a los príncipes, porque ella era muy hermosa. (Ester 1, 11)

  • Que el rey designe inspectores en todas las provincias de su reino, para que ellos reúnan en el harén de la ciudadela de Susa a todas las jóvenes vírgenes y hermosas. Se las pondrá bajo la vigilancia de Hegué, el eunuco del rey encargado de las mujeres, y se las proveerá de cremas de belleza. (Ester 2, 3)

  • La joven le cayó en gracia y se ganó su favor. Por eso, él le entregó de inmediato las cremas de belleza, fijó su régimen de comida y le asignó las siete doncellas más distinguidas del palacio real. Luego la trasladó con sus doncellas al mejor departamento del harén. (Ester 2, 9)

  • Después de haber observado durante doce meses lo establecido en el estatuto de las mujeres, a cada joven le llegaba el turno de presentarse ante el rey Asuero. Porque el tratamiento de belleza comprendía dos etapas: seis meses para ungirse con aceite de mirra, y seis meses más para embellecerse con aromas y otros cosméticos usados por las mujeres. (Ester 2, 12)

  • Ella iba radiante, en el apogeo de su belleza, con el rostro sonriente como una enamorada, aunque su corazón estaba oprimido por el temor. (Ester 15, 8)

  • Gimieron los jefes y los ancianos, languidecieron las jóvenes y los jóvenes, la belleza de las mujeres se marchitó. (I Macabeos 1, 26)

  • Ahora bien, si fascinados por la hermosura de estas cosas, ellos las consideraron como dioses, piensen cuánto más excelente es el Señor de todas ellas, ya que el mismo Autor de la belleza es el que las creó. (Sabiduría 13, 3)

  • a los que ni siquiera tienen la belleza que hace atrayentes a otros animales, y están excluidos del elogio y la bendición de Dios. (Sabiduría 15, 19)

  • Aparta tu vista de la mujer hermosa y no fijes los ojos en la belleza ajena: muchos se extraviaron por la belleza de una mujer, y por su causa el deseo arde como fuego. (Eclesiástico 9, 8)

  • Como una lámpara que brilla sobre el candelabro sagrado, así es la belleza del rostro sobre un cuerpo esbelto. (Eclesiástico 26, 17)

  • La gracia y la belleza atraen la mirada, pero más todavía el verdor de los campos. (Eclesiástico 40, 22)

  • No fijes tus ojos en la belleza de nadie ni trates con familiaridad a las mujeres. (Eclesiástico 42, 12)


“A caridade é o metro com o qual o Senhor nos julgará.” São Padre Pio de Pietrelcina