Encontrados 11 resultados para: barras

  • Yo soy el Señor, su Dios, el que los hice salir de Egipto para que no fueran más sus esclavos. Yo rompí las barras de su yugo y los hice caminar con la cabeza erguida. (Levítico 26, 13)

  • Los hijos de Jasená construyeron la puerta de los Pescados: hicieron el armazón y colocaron las hojas, los cerrojos y las barras. (Nehemías 3, 3)

  • La puerta de la Vieja la restauraron Ioiadá, hijo de Paséaj, y Mesulám, hijo de Besodías: hicieron el armazón y colocaron las hojas, los cerrojos y las barras. (Nehemías 3, 6)

  • La puerta del Valle la restauraron Janún y los habitantes de Zanóaj: la reconstruyeron, colocaron las hojas, los cerrojos y las barras, y levantaron quinientos metros de muralla, hasta la puerta del Basural. (Nehemías 3, 13)

  • La puerta del Basural la restauró Malquías, hijo de Recab, jefe del distrito de Bet Ha Quérem: él la reconstruyó y colocó las hojas, los cerrojos y las barras. (Nehemías 3, 14)

  • La puerta de la Fuente la restauró Salúm, hijo de Col Jozé, jefe del distrito de Mispá: él la reconstruyó, la recubrió y colocó las hojas, los cerrojos y las barras; también rehizo el muro del estanque del canal, junto al jardín del rey, hasta las escaleras que bajan de la Ciudad de David. (Nehemías 3, 15)

  • Luego les dije: "Las puertas de Jerusalén no se abrirán hasta que comience a calentar el sol, y antes que se haya puesto, se las cerrará con barras. Además, los habitantes de Jerusalén montarán guardia, cada uno en su puesto, cada uno en frente de su casa". (Nehemías 7, 3)

  • Sus huesos son tubos de bronce: sus miembros, como barras de hierro. (Job 40, 18)

  • Así me ha hablado el Señor: Fabrícate unas ataduras y unas barras de yugo, y ajústalas a tu cuello. (Jeremías 27, 2)

  • "Ve a decirle a Ananías: Así habla el Señor: Tú has quebrado barras de madera, pero yo pondré en lugar de ellas barras de hierro. (Jeremías 28, 13)

  • Los árboles del campo darán sus frutos y la tierra dará sus productos, y ellos vivirán seguros en su propio suelo. Y cuando rompa las barras de su yugo y los libre de las manos de los que los tienen esclavizados, sabrán que yo soy el Señor. (Ezequiel 34, 27)


“Vive-se de fé, não de sonhos.” São Padre Pio de Pietrelcina